El Arzobispo preside la Misa Crismal, ante más de 150 sacerdotes que renuevan sus promesas

Monseñor Jesús Sanz Montes ha oficiado este martes la tradicional Misa Crismal, en la que en torno a 150 sacerdotes han renovado sus promesas, en la que se ha consagrado el Santo Crisma y en la que se han bendecido los Santos Óleos. Todo ello de mano de los numerosos fieles asistentes a la ceremonia, en lo que el Arzobispo identifica como un "hermoso gesto de verdadera comunión eclesial por parte de quienes formamos la Iglesia de Cristo".

En su homilía, Sanz Montes quiso tener un mensaje para la labor de los sacerdotes: "Para nosotros, sacerdotes, es una invitación serena que nos pone delante de nuestra humilde verdad: seguir haciendo, ciertamente, la experiencia, sin olvidar jamás su significado". Todo ello en unas de las fechas especiales del año: "Para nosotros, sacerdotes, son días de especial actitud conmovida ante lo que celebramos con nuestra gente. La renovación que haremos de las promesas sacerdotales es bueno que sea precedida o secundada con una confesión sacramental, la nuestra, poniendo en el centro de la perdonanza nuestro ministerio sacerdotal en lo que tiene de mejorable, de renovable, de ilusionable, como el día de nuestra ordenación".

Jesús Sanz Montes, también ha querido darles las gracias a los presbíteros asistentes por su "entrega cotidiana", y ha aprovechado para recordar de manera especial a los 17 sacerdotes que ya no están desde la última Misa Crismal, destacando especialmente a Don Gabino Díaz Merchán.