Así han pasado la noche varios montañeros con Kirk en un refugio del Meicín, en el corazón del Macizo de Ubiña. "Mete miedo"
Dos parejas de Galicia y Zaragoza se han visto obligadas a pasar la noche en el refugio tras un inesperado empeoramiento del tiempo. Los fuertes vientos y lluvias intensas hicieron imposible continuar la marcha
Oviedo - Publicado el
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Kirk se adelanta en Asturias. El huracán, que ha llegado convertido en borrasca, ya ha comenzado a hacer estragos durante la noche. Las primeras señales de su impacto se han dejado notar en el macizo de las Ubiñas, donde los fuertes vientos y lluvias han generado condiciones complicadas para los montañeros
El macizo de Ubiña, en plena Cordillera Cantábrica, ha sido testigo de un desafiante episodio para dos parejas de montañeros, una de Galicia y otra de Zaragoza, que se han visto obligadas a pernoctar en el refugio del Meicín debido a las complicaciones meteorológicas. Los montañeros, que estaban realizando por primera vez la conocida ruta de El Anillo de las Ubiñas, se encontraron con un cambio abrupto en las condiciones climáticas que les impidió continuar su camino de regreso.
La jornada, que había comenzado como una aventura , se ha transformado en una experiencia difícil y peligrosa al acercarse al refugio, situado en Tuiza, en una zona elevada y expuesta a los vientos. “Llegando al refugio nos vimos obligados a dar un rodeo porque el aire nos tumbaba, la situación se puso muy peligrosa”, ha contado en COPE Asturias Gumo, un experto montañero que acompañaba a las dos parejas.
El grupo, que había llegado cansado tras una larga caminata, se enfrentó a fuertes ráfagas de viento que les hicieron reconsiderar el trayecto directo hacia el refugio. Aunque ya estaban en la recta final de la ruta, la intensidad del viento les obligó a buscar un camino alternativo, lo que alargó su llegada al refugio. La cordillera de Ubiña, conocida por su belleza natural y sus paisajes imponentes, también puede ser traicionera cuando las condiciones climáticas empeoran.
El refugio del Meicín, ubicado en una zona rodeada de montañas, se ha convertido en el único refugio seguro ante la tormenta que se avecinaba. La situación, lejos de mejorar durante la noche, empeoró con la llegada de fuertes lluvias que complicaron aún más los planes de regreso de los montañeros.
Tania, la guarda del refugio, también describe las dificultades que la fuerte tormenta les trae: “Ahora está lloviendo que mete miedo y se está formando el lago, como el que se crea en la época del deshielo. Lo estamos preparando todo para cerrar hasta el próximo viernes”.