Así será la primavera en Asturias

Dejamos atrás el segundo invierno más cálido desde 1961 y el vigésimo primero más seco

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El delegado de la AEMET en Asturias adelanta cómo será la primavera

Fernando Díaz

Oviedo - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La primavera comenzará oficialmente el próximo 20 de marzo a las cuatro y seis minutos de la madrugada, hora peninsular, y todo apunta a que será este año más cálida de lo normal en Asturias, sin que esté todavía claro cómo será el régimen de precipitaciones.

Es la previsión que hace la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), cuyo delegado en Asturias, Ángel Gómez, ha hecho balance este jueves del invierno y adelantado los pronósticos que barajan para los próximos meses, advirtiendo de que, a más de cinco días, las previsiones no pueden entrar en demasiados detalles. Con meses de antelación, sólo pueden hablar de probabilidades.

Probabilidad de temperaturas en la primavera de 2024

Según Gómez, de cara a la primavera, el escenario 'cálido' tiene el 60% de probabilidad, el 'normal' un 30% y el 'frío' un 10%. Por lo que se refiere a las precipitaciones, "los escenarios húmedo, normal y seco tienen la misma probabilidad".

Algo más concreta fue la previsión para Semana Santa, del 25 al 31 de marzo, en el que la AEMET espera que la temperatura media sea la normal para la época del año, en torno a 6 grados de mínima y 15 grados de máxima, pero la precipitación acumulada será ligeramente mayor de lo habitual en esa época del año.

Probabilidad de precipitaciones en la primavera de 2024

A la espera de que se confirmen los pronósticos para primavera, lo que ya sabemos con certeza es que el invierno ha sido en Asturias cálido y seco: el segundo más cálido desde 1961 y el vigésimo primero más seco.

El mes de diciembre fue cálido, con una media de 8 grados (+0,9º más de lo normal); enero fue extremadamente cálido, 8,7º (+2,2º), y febrero muy cálido 9,5º (+2,6º); lo que, en conjunto, el carácter térmico del pasado invierno fue muy cálido, con 8,7º de temperatura media, casi dos grados (+1,9º) más de lo normal.

En cuanto a lluvias, el mes de diciembre fue muy seco, con 90,5 litros por metro cuadrado (un 36 por ciento menos de lo normal); el mes de enero tuvo unos registros normales, 95.5 l/m2 (-30%), en cambio, el mes de febrero fue húmero, con 144 l/m2 (+20%), por lo que, en conjunto, el invierno fue seco, con 330 l/m2, un 17 por ciento menos de lo normal.

En cuanto a los valores extremos, destacan los fuertes vientos de componente sur que trajo la borrasca Karlotta, en especial el día 8 de febrero, en el que se registró una marca de 180 km/h en Carreña de Cabrales, 163 km/h en Sotres, 157 km/h en Ouria Taramundi y 127 km/h en Leitariegos.

La temperatura más fría del invierno fue de -8.9 º y se registró el 12 de enero en la estación de PajaresValgrande. Ese mismo día se alcanzaon los -8.1 º en Leitariegos y -7.9 º en Degaña Coto Cortés, el día 8.

Por su parte, el 15 febrero llegó una masa de aire del sur que hizo subir las temperaturas hasta los 26.5º en Llanes, 25.5 º en Mieres y 24.9º en Gijón.

El día más lluvioso fue el 26 febrero, cuando se recogieron 77 l/m2 en Sotres, 71 l/m2 en Pajares-Valgrande, 53 l/m2 en Camuño, 53 l/m2 en Mieres-Baíña y 50 l/m2 en Ronzón.

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