COVID - 19
Bares y calles vacías en la cuenca del Nalón por la alerta naranja
La extensión de la alerta de Laviana a San Martín del Rey Aurelio y Langreo, junto con el endurecimiento de las restricciones, reduce al mínimo la vida social
Asturias - Publicado el - Actualizado
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Calles vacías, bares y comercios sin apenas gente...El primer día de alerta naranja en Langreo y San Martín del Rey Aurelio, que se suman a la declarada el viernes en Laviana, ha estado marcado por un claro descenso de la actividad social. “Hay miedo”, reconocían en COPE comerciantes y hosteleros de los tres concejos. Especialmente en Laviana donde, como nos comentaba Estela, propietaria de la taberna “Lalo”, hay “muchos jóvenes que han dado positivo, la familia, otros esperando por la prueba, otros esperando el resultado”. Unos tienen que seguir el confinamiento y otros... “tendrán miedo”.
El Principado decidía en la tarde de este miércoles extender la alerta naranja declarada el viernes en Laviana a los vecinos concejos de Langreo y San Martín del Rey Aurelio ante el aumento de casos por coronavirus por encima de la media regional. También endurecer las restricciones: Al menos durante los próximos 14 días, se cancelan o aplazan todas las actividades que no sean imprescindibles hasta que mejore la situación epidemiológica. Además, se aconseja a la ciudadanía que limite los encuentros sociales fuera del grupo de convivencia estable y que se limite las reuniones a un máximo de seis personas, priorizando el uso de espacios al aire libre frente a los interiores. Por otra parte, se prohíbe el consumo en barra en los establecimientos de hostelería, restauración y terrazas. Además en las mesas o agrupaciones de mesas se restringe su uso a un máximo de seis personas.
Unas restricciones que han terminado de vaciar los bares de la zona. “No hay gente”, nos asegura Estela , “tendremos que acabar cerrando si esto sigue así”. En parecidos términos se expresa Aida desde la cafetería “La Posta”, en El Entrego. “El no poder servir en barra influye mucho, hoy ya hay menos gente que otros días”.
La alerta naranja también se deja sentir en los comercios, sobre todo los de vestido y calzado. Sonia regenta “Mi sueño moda” en La Felguera y se muestra rotunda: “Lo vivimos fatal. Somos autónomos y vivimos de la venta al público, hoy he llegado a mi tienda y la calle está vacía”
En las tiendas de alimentación la situación es algo mejor. José, de la carnicería “El Cura”, de Langreo, nos cuenta que los clientes siguen acudiendo a comprar, aunque “con más miedo”. “Antes se paraban a hablar o saludar”, asegura, “ahora los clientes vienen, compran y se paran lo menos posible”.