El cambio climático pone en peligro la supervivencia de un ave única en Canarias, según advierten investigadores asturianos
Un estudio de la Universidad de Oviedo revela que los continuados periodos de sequía tienen consecuencias "dramáticas" sobre la distribución y abundancia de especies como la tarabilla canaria
Asturias - Publicado el
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Tres de cada diez especies presentes en las islas Canarias son exclusivas o endémicas del archipiélago; es decir, no viven en otro lugar del mundo. Sin embargo, hay múltiples factores que ponen en peligro esta extraordinaria biodiversidad: las especies introducidas, la alteración y destrucción de hábitats, y el cambio climático, entre otros, amenazan la supervivencia y aceleran la pérdida de poblaciones tanto de fauna como de flora.
Es lo que dice una investigación liderada por la Universidad de Oviedo y publicada en la revista de máximo impacto Science of The Total Environment, que ha revelado que el cambio climático está provocando el colapso de una población de aves única en Canarias: la tarabilla.
dESCENSO EN LA POBLACIÓN DE LA TARABILLA CANARIA
Es un ave de pequeño tamaño -unos 12 gramos de pesos- que se alimenta de invertebrados y solo está presente en la isla de Fuerteventura. Sin embargo, el estudio de la institución académica asturiana advierte de que, en los últimos 20 años, la población de la tarabilla canaria ha disminuido entre un 63 y un 70%.
"Los resultados han sido desalentadores y muy preocupantes", explica Juan Carlos Illera, profesor titular del área de Ecología de la Universidad de Oviedo e investigador del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad, que sitúa el número de tarabillas presentes en la isla, en 2024, entre 4.150 y 4.650 individuos.
"Este colapso poblacional fue asociado con un descenso significativo de las precipitaciones ocurridas en Fuerteventura, desde el primer censo de la especie realizado entre 2005 y 2006", detalla Illera; que añade que "las lluvias determina el éxito reproductor en esta especie y, por tanto, el número de juveniles reclutados cada año".
"Al disminuir las precipitaciones, el número de tarabillas que se reclutan cada año no es suficiente para paliar las pérdidas de individuos adultos que se pierden de manera natural cada año", ha explicado.