Un cambio histórico se dejará notar en las mesas navideñas de Asturias: "Todo el mundo ha quedado contento"

Nunca antes había pasado; pero el calendario es caprichoso y, por primera vez en la historia, en más de 100 años, la bocina que da inicio a la jornada en la lonja del puerto de Avilés ha sonado en domingo. No es habitual porque las pescaderías no abren domingos (ni lunes); y los pescadores, por ley, no salen a faenar los fines de semana. O viceversa. 

Pero este domingo todo ha cambiado. Se han subastado, en la Nueva Rula de Avilés, las capturas de la flota asturiana. Y la experiencia dominical ha sido muy positiva: se han vendido más de 40.000 kilos de pescado. Especialmente, merluza; pero también otras especies que suelen ser ingrediente principal de los menús navideños, como el pixín (rape, en castellano), el besugo, el virrey o la lubina.

"Todo el mundo ha quedado contento"

La jornada ha dejado, además, 2.700 cajas ruladas, la descarga de 35 barcos, y más de medio centenar de personas en las gradas de la cancha. Los precios, por su parte, mantuvieron la tónica de los días pasados: un 50% por encima de lo habitual el resto del año. "Todo el mundo ha quedado contento", ha asegurado, en COPE, el director técnico de la rula, Ángel Muñoz. 

Pero, ¿por qué ha habido actividad en la lonja avilesina, inaugurada en 1920? Muñoz explica que "los comercializadores ganaban un día para poder preparar los pedidos; y dábamos salida a todo el pescado capturado por los barcos durante el fin de semana". 

Pescaderías abiertas el lunes

Y es que ha sido clave una modificación normativa: la Dirección General de Pesca del Principado ha autorizado la actividad en el sector durante el fin de semana; que suele estar limitada por ley. Un cambio que se ha notado también en las pescaderías. 

En Pescados y Mariscos Tito, ubicado en el ovetense Mercado de El Fontán, estaban este lunes Carmen y Alberto, que iban a comprar, respectivamente, virrey y merluza. El pescadero, Rodrigo, ha explicado que habían avisado a sus clientes de esta apertura tan inusual.

"La mayoría de los clientes lo dejan para última hora, porque el marisco vivo, o los centollos, se los llevan el mismo día de Nochebuena, y tengo unos 180 pedidos", ha relatado. Con el cambio en la Rula de Avilés, tienen mercancía para abastecer a todos sus clientes: "Aunque se metió mal tiempo estos últimos días (y dificulta la labor de los pescadores), estamos a tope".