¿Cómo se cuida la flor de pascua?

Es una planta originaria de México y se ha convertido en un elemento decorativo típico de la Navidad, pero su vida puede alargarse mucho más allá de las fiestas

FLOR DE PASCUA POINSETIA

Redacción COPE Asturias

Asturias - Publicado el

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La flor de pascua se ha convertido en uno de los elementos decorativos típicos de la Navidad. Es, incluso, un detalle recurrente para regalar en el inicio de las fiestas. Sin embargo, muchas veces se muere antes de que lleguen los Reyes Magos porque se desconoce cómo cuidar esta planta originaria de México y cuyo nombre científico es 'euphorbia pulcherrima', aunque se le llama comúnmente poinsetia.

La flor de pascua requiere de bastante agua en invierno, que es cuando comienza su floración; pero demasiada humedad puede matar a la planta. Por ello, se debe regar en pequeñas cantidades un par de veces a la semana. Es decir, aproximadamente medio vaso de agua cada 3 o 4 días. Es importante fijarse en que el sustrato se mantiene siempre un poco húmedo. Un poco.

De hecho, no es recomendable pulverizar sus hojas y el mejor modo de regarla es mediante la inmersión: metiendo el tiesto (con agujeros en su base) en un plato lleno de agua durante 10 minutos aproximadamente. El sustrato absorberá el agua que necesita. Si sigue seco transcurrido ese tiempo, puede mantenerse unos minutos más.

En verano, a diferencia de otras plantas, la flor de pascua necesita menos agua. Con regarla una vez a la semana puede ser suficiente; excepto en zonas secas y muy cálidas.

Otras recomendaciones

Riego al margen, la flor de pascual debe situarse en un lugar bien iluminado, pero evitando que le dé el sol directamente y exponerla a fuentes de calor o corrientes de aire. La temperatura debe ser de entre 16 y 22 grados.

Además, sus hojas servirán para comprobar la salud de la planta y una indicación de que las condiciones de la flor de pascua no son las idóneas. La empresa Fronda ofrece esta pequeña guía:

Si las hojas se vuelven amarillas, se abarquillan y caen, es que hay un exceso de calor y sequedad y demasiada oscuridad. Riega un poco más la planta y rocía las hojas con agua tibia, sitúala en un lugar más iluminado y abónala cada quince días.

Si las hojas se arrugan y se secan, es que hay humos en la atmósfera que la rodea. Llévala a una habitación con el ambiente más limpio.

Si las hojas están deformadas y pegajosas es que sufre un ataque de mosca blanca (pequeñas mosquitas que revolotean a sacudir la planta). Pulveriza la planta con un insecticida.

Si observas unos insectos con un pequeño caparazón en forma de lapa envueltos en una especie de algodón blanco y la hoja está pegajosa, es que tiene un ataque de cochinilla. Intenta quitarla con un algodón empapado en alcohol y aplica un insecticida anticochinillas.

Si toda la planta está flácida es que está expuesta a corrientes de aire. Llévala a un lugar más resguardado.

Si las brácteas rojas tienen manchas oscuras, es que se han mojado. Ten cuidado al regar y pulveriza con agua sólo las hojas verdes.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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