Del milagro al colapso: ¿qué ha pasado en Asturias?

La situación del coronavirus en Asturias ha dado un giro de 180 grados. Hace unos meses, al final de la primera ola, el Principado fue ejemplo en España y Europa por sus buenos datos epidemiológicos: fue la primera comunidad en completar un ciclo de 15 días sin nuevos contagios y su capacidad para hacer pruebas PCR fue motivo de orgullo para los asturianos. El verano, además, reforzó esa posición de privilegio. Asturias fue la segunda comunidad con mejores datos de ocupación turística y, sin embargo, siguió presentando los datos más bajos de contagios y fallecidos por COVID-19.

La situación, un trimestre después, es completamente distinta. Las cifras de contagios y fallecimientos se han disparado, con continuos récords de nuevos positivos y decesos. Y los hospitales asturianos están al borde del colapso con los sanitarios, aplaudidos cada tarde durante el anterior estado de alarma, claman ahora refuerzos de personal y de medios.

Pero, ¿qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado en Asturias? El exdirector exdirector de acción sanitaria en crisis de la OMS (Organización Mundial de la Salud), Daniel López Acuña, cree que “nos hemos relajado excesivamente en cuanto a la disciplina de las interacciones sociales y al uso de la mascarilla”.

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Entrevista a Daniel López Acuña, epidemiólogo y exdirector de acción sanitaria en crisis de la OMS

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El epidemiólogo ha pasado a formar parte del equipo de expertos que asesora al Gobierno del Principado que, a pesar de haber aprobado restricciones como el cierre de la hostelería y el pequeño comercio o el cierre perimetral de las tres principales ciudades de la comunidad, no ha conseguido frenar el ritmo de contagios.

En Gijón, de hecho, ha seguido creciendo la incidencia, situándose muy por encima de las medias asturiana y española. En esta ciudad, se han declarado en las últimas semanas varios brotes. Brotes en bares y gimnasios en los que, por lo general, la ciudadanía ha respondido a los llamamientos del Principado para evitar frenar la transmisión comunitaria.

También las residencias de mayores empiezan a preocupar. Fueron el talón de Aquiles en la primera ola; y aunque, en esta se estaban ‘librando’ del virus, se empiezan a registrar brotes con numerosos casos en algunos geriátricos de Oviedo y sobre todo, Gijón.