El HUCA cumple 10 años y su primera paciente habla en COPE: "Estaba vacío, parecía todo para mí"
Mónica Sevares Carás recuerda, una década después, como fue su primer día en el nuevo hospital de Asturias
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) celebra su décimo aniversario. Han transcurrido diez años desde que los pacientes fueron trasladados desde el antiguo Hospital del Cristo a las nuevas instalaciones en La Cadellada. En este tiempo, el HUCA ha implementado innovadoras terapias CAR-T contra el cáncer, cirugía robótica, braquiterapia y ha realizado la primera angioplastia en España utilizando inteligencia artificial, destacándose por estos últimos avances en el campo de la medicina.
Sin embargo, el panorama no es del todo positivo. Actualmente, miles de personas se encuentran en lista de espera para diversos procedimientos: casi 9,000 esperan una operación, 14,000 aguardan una prueba diagnóstica y 45,000 pacientes están pendientes de su primera consulta con un especialista. Desde el sector de salud, se atribuyen estas demoras al envejecimiento de la población asturiana.
Para Mónica Sevares, esta fecha tiene un significado especial. Ella fue la primera paciente atendida en el nuevo centro tras ser operada de un cáncer de mama y acudir al HUCA para sus sesiones de radioterapia. Mónica, que ahora está totalmente recuperada, ha compartido su experiencia con la cadena COPE, recordando su primer día en el hospital como una anécdota.
"Mi tratamiento consistió en 33 sesiones, un poquito largo, pero la cirugía fue muy sencilla y la recuperación fue muy buena. Ahora, no sé si por culpa o gracias a eso, lo recuerdo todo como una anécdota. Me tomó por sorpresa, no estaba avisada de que iba a ser la primera paciente y estuve allí sola con mucha prensa. Al final, todo resultó anecdótico y lo recuerdo con cariño", asegura Mónica.
Sevares fue tratada en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en el mes de enero, coincidiendo con el traslado de la primera unidad, la de radioterapia. Durante sus sesiones de tratamiento, el hospital estaba prácticamente vacío, sin ningún paciente de otras unidades.
"Recuerdo un edificio enorme, como si fuera solo para mí. Pensaba cómo es posible que un edificio tan grande esté solo a mi disposición, con tanto personal volcado en mí, tratándome con mucho cariño", comenta Mónica. Asegura haber recibido un trato excepcional durante todo su proceso, destacando la dedicación y el cuidado del personal sanitario.