Animalistas asturianos, sobre los microplásticos: "Inquietan más las botellas tiradas en playas"

Luis Laria es naturalista asturiano, fundador y presidente del Centro de Recuperación de Especies Marinas (CEPESMA) y del Museo del Calamar Gigante de Luarca. Conoce el litoral cantábrico como la palma de su mano. Su pasión es el mar y las criaturas que lo habitan. Por eso ha recorrido ya parte de la costa gallega y, también, de la asturiana para ver el alcance que está teniendo la llegada de los microplásticos que perdió el pasado 8 de diciembre el buque Toconao, con bandera libanesa, en aguas de Portugal.

Laria está preocupado por la aparición de las bolas diminutas de plástico tanto en las playas como en los pedreros procedentes del carguero pero asegura que ese tipo de gránulos ya han aparecido en otras ocasiones. Sin ir más lejos, fueron vistas el pasado verano en la playa de La Griega (Colunga). Aunque no resta importancia al problema porque "son peligrosos", le inquieta "bastante más" que nadie mueva un dedo para retirar las botellas, garrafas y otro tipo de objetos de ese mismo material que se amontonan en la costa asturiana y de todo el planeta.

"Hay montones de plástico y hasta electrodomésticos de gran tamaño tirados en las playas y no hacemos nada", lamenta el presidente de CEPESMA que anima a

Laria tampoco pasa por alto que en el Pacífico flota una isla de plástico del tamaño de Francia que se ha convertido en el mayor vertedero oceánico del mundo. "La situación se nos ha ido de las manos y tampoco hacemos nada".

Asturias, en nivel 2 de alerta

Los microplásticos siguen avanzando en la costa asturiana. Los pellets perdidos por el carguero frente a Portugal han llegado a prácticamente todos los arenales. El Gobierno de Asturias ha elevado a fase 2 la alerta del Plan Territorial por Contaminación Marina Accidental (Placampa), lo que le permitirá pedir ayuda al Estado para su retirada.

Según el consejero de Fomento, Cooperación Local y Prevención de Incendios, Alejandro Calvo, con el aumento del nivel de alerta se ampliarán los medios humanos y técnicos para abordar con "rapidez y eficacia" la detección y limpieza de los restos en las playas y rías, que en muchos casos son entornos que cuentan con algún grado de protección ambiental.