Svante Pääbo: "Los neandertales no están extinguidos, viven en muchos de nosotros"

El biólogo molecular sueco ha sido investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo

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Svante Pääbo es investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo

Fernando Díaz

Oviedo - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El biólogo molecular sueco, Svante Pääbo, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2018 y Premio Nobel de Medicina en 2022, era investido este viernes como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo. Considerado uno de los científicos más importantes del momento, por sus trabajos en la recuperación de ADN, Pääbo agradecía el reconocimiento de la universidad asturiana.

"La de Oviedo es una gran Universidad", aseguraba minutos antes de ser investido, por lo que es "un gran honor y una gran satisfacción" ser reconocido por ella, resaltando "la importancia de España y Asturias en la investigación de los neandertales".

Svante Pääbo, nacido en Estocolmo, el 20 de abril de 1955, es profesor de Biología Molecular Evolutiva en la Universidad de Leipzig (Alemania) y director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva también en Leipzig.

Considerado como uno de los fundadores de la paleogenómica, Pääbo lideró el proyecto de secuenciación completa del genoma del neandertal, especie extinguida hace aproximadamente 40.000 años, cuyo resultado definitivo fue presentado y puesto a disposición de la comunidad científica internacional en marzo de 2013.

Su vinculación con Asturias viene de antiguo, ya que en su trabajo sobre los neandertales, tuvo especial importancia el yacimiento prehistórico existente en la cueva de El Sidrón, en Piloña, donde se encontraron los restos de varios neandertales.

"El Sidrón es un sitio arqueológico muy importante", asegura Pääbo, señalando que "es uno de los pocos lugares en los que tenemos restos de neandertales que parecen haber convivido como grupo social al mismo tiempo. Es una 'instantánea' de cómo vivían que nos permite investigar sus relaciones, cómo se relacionaban unos con otros".

Svante Pääbo es investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oviedo

Honrado y agradecido

El profesor Pääbo, durante su discurso de ingreso en el claustro de doctores de la Universidad de Oviedo, ha manifestado sentirse “honrado, agradecido e incluso un poco intimidado” por este reconocimiento y, especialmente, por estar acompañado por su padrino, Marco de la Rasilla, a quien conoce desde la época en que trabajaron juntos en los restos neandertales de El Sidrón, que contribuyeron a la primera versión del neandertal hace unos 15 años.

Pääbo, que ha repasado en su intervención algunos de los hallazgos de su trayectoria profesional, ha destacado que, con la presentación del genoma del neandertal, “pudimos demostrar que, al menos, la mitad de todo el genoma neandertal, de unos 3.000 millones de letras, sigue existiendo en la actualidad. En cierto sentido, los neandertales no están totalmente extinguidos. Hoy viven ligeramente en muchos de nosotros”, ha subrayado.

Ha recordado también el nuevo honoris causa cómo, en su anhelo por recuperar genomas humanos antiguos y ayudado por la tecnología, su equipo logró secuenciar también el genoma de los llamados denisovanos, en honor a la cueva Denisova en Siberia donde se encontraron los restos de esta especie. “La comparación del genoma denisovano con el de los humanos actuales demostró que también aportaron ADN a los humanos actuales”, ha manifestado.

Los efectos que las variantes genéticas neandertales y denisovanas tienen en las personas de hoy continúan siendo objeto de investigaciones. El profesor Pääbo ha indicado, por ejemplo, un hallazgo inesperado que se produjo durante la reciente pandemia de SARS-CoV-2, cuando se descubrió que el mayor factor de riesgo genético para caer gravemente enfermo o incluso morir al infectarse con el virus es una variante genética en el cromosoma 3. “Resultó que esta variante procede de los neandertales”, ha puntualizado.

Para el nuevo honoris causa de la Universidad de Oviedo, las variantes genéticas más interesantes son las que aparecieron en los humanos modernos tras separarnos de los ancestros que compartíamos con neandertales y denisovanos. “Nos diferencian de ellos y de otros primates. Algunas de ellas pueden ayudar a explicar por qué los humanos modernos desarrollaron una cultura y una tecnología que cambiaron rápidamente, llegaron a ser muy numerosos y colonizaron todas las partes habitables del planeta”, ha enfatizado.

En conclusión, lo que constituye a un humano moderno desde una perspectiva genética es, en su opinión, la combinación de cambios genéticos, que en su totalidad hace posible la cognición y la sociabilidad humanas modernas, pero ninguno de estos cambios por sí solo es necesario para ser un humano moderno que funcione bien.

“La cuestión que se nos plantea es si el número de estos cambios es de decenas, de cientos o de miles. La respuesta puede depender, por supuesto, del aspecto concreto de nuestra biología que nos interese. Este es uno de los retos que tenemos ante nosotros, mientras seguimos viajando en el tiempo y explorando cómo nuestra historia genética afecta a nuestro presente”, ha concluido.

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