El testimonio de una asturiana en Israel: "Suena la alarma, tienes que ir corriendo al refugio..."
Joanna de Castro vive con su marido y su hija al norte de Tel Aviv, a pocos kilómetros del foco del conflicto: "Es muy difícil salir del país por cuenta propia"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los ecos de la guerra en Israel también llegan a España. Las imágenes del brutal ataque de Hamas están dando la vuelta al mundo y en tierras israelís hay ciudadanos españoles. Y asturianos. Joanna de Castro lleva un año y dos meses viviendo al norte de Tel Aviv. Es hija de Jesús Castro y sobrina de Quini. Allí le ha pillado junto a su familia el ataque y cuenta en COPE cómo está pasando unas horas que se hacen eternas desde el pasado sábado.
Si las imágenes llegan a España, desde donde vemos el conflicto desde la distancia, más todavía a Tel Aviv: "Es un horror. Y un caos. Es tremendo ver las imágenes de lo que está pasando. Han entrado a sangre y fuego".
La ciudad en la que ella se encuentra junto a su marido y su hija está relativamente alejada de los puntos críticos del conflicto, en Gaza, pero aun así, la situación es de guerra, como ella misma describe: "La niña va a empezar al colegio por Internet y mi marido trabaja desde casa. Hay que salir poco. La ciudad en la que estamos no está bajo fuego constante, pero llegaron misiles que fueron parados por el el paraguas de hierro antes de que llegaran al suelo. Suena la alarma, te tienes que ir corriendo al refugio... Paseamos el perro cerca de la casa, hemos ido al supermercado y hemos ido a cargar el coche de gasolina".
En la mente de Joanna y de su familia está abandonar el país e intentar volver a España, pero la dificultad para conseguirlo es muy alta. Reclaman ayuda por parte de las instituciones, porque la situación es muy difícil también para intentar salir de Israel: "Ahora mismo es muy difícil salir por cuenta propia. El aeropuerto está abierto, hay algunos vuelos que salen, pero en cuanto empiezan a volar cohetes ya no salen. Hay una cantidad increíble de vuelos cancelados. Hay gente que conozco que lleva comprados cinco billetes. Y eso son cinco cancelaciones. Y el dinero se acaba. Si tienes familia no es un billete, son muchos. Y como hay poquísima disponibilidad de vuelos, los precios están por las nubes".