Una sonrisa sin complejos, en manos del odontólogo Luis Castellanos Jal: "Es sencillo"

El doctor Luis Castellanos Jal, de Odontología Castellanos, habla, en 'Salud al Día', de las soluciones a la sonrisa gingival, "un problema estético que afecta a la seguridad"

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Salud al Día en COPE: entrevista con el odontólogo Luis Castellanos Jal

Marcos Martín

Asturias - Publicado el

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COPE Asturias emite semanalmente el espacio 'Salud al Día', con el que pretende acercar a los oyentes las claves para mantener una buena salud. Este lunes hemos hablado, con el odontólogo Luis Castellanos Jal, que tiene su clínica en la avenida de Fernández Balsera, 5, en Avilés, sobre la sonrisa gingival.

"Es un problema estético más que una patología", advierte el doctor, que explica que "es cuando la persona enseña mucha encía cuando sonríe; parece que tiene los dientes pequeños y se ve demasiada encía". Castellanos Jal asegura que este problema "causa inseguridad y a la persona le cuesta sonreír, tiene complejo".

Sin embargo, "eso tiene tratamiento y la solución es sencilla en la mayoría de los casos", asegura.

El origen y las soluciones

Las soluciones, sin embargo, dependen del origen del problema, que puede deberse a una desproporción entre el tamaño del diente y la encía que se ven, "por ejemplo, porque la corona del diente no se ve entera", explica el doctor.

También puede ser por tener un labio superior hiperactivo, con una musculatura muy fuerte que, al sonreír, tira mucho hacia arriba. O puede ser un problema esquelético, que el maxilar sea muy largo, y "la solución es algo más compleja", advierte Castellanos Jal.

En este caso, es necesaria una intervención. En los otros, puede quedar solucionado con infiltraciones de ácido hialurónico, "el labio se rellena, gana volumen y adquiere un poco más de peso, por lo que cuesta más levantarlo y cubre más encía", explica el odontólogo.

Ácido versus intervención quirúrgica

Este es un tratamiento temporal, ya que el ácido hialurónico es una sustancia natural y el cuerpo lo reabsorbe. La solución con resultado permanente es una cirugía, "muy sencilla y que se hace de forma habitual", para aquellos casos en los que se enseña mucha encía porque el diente es cortito y no acaba de asomar completo.

"Con una pequeña cirugía, levantamos la encía, quitamos un exceso de encía y nos permite ver menos cantidad de encía y más cantidad de diente. "Muchas veces el paciente se va con una estética perfecta; pero si la anatomía o el color no nos gusta, se puede hacer un blanqueamiento o hacer carillas", ha explicado Luis Castellanos Jal.