SOCIEDAD

Duro testimonio de Iris: "Cobraba 1.600 €, pero pagaba 2.000 en tarjetas, el día 1 no tenía dinero"

Todo cambió cuando conoció a la abogada Maribel Miranda y pudo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad

Javier Benítez

Gran Canaria - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La Ley de Segunda Oportunidad es una tabla salvavidas para personas que por diferentes motivos entran en una espiral de consumo y gastos agravada por el espejismo de algunos productos financieros, como es la reunificación de créditos. Muchas personas se ven atrapadas en un torbellino de deudas que cambian su vida para siempre sin darse cuenta y cuando intentan solventar su situación económica, ven que ya es tarde. Nadie les avisa de los grandes riesgos que supone algunos remedios que promocionan entidades financieras y es aquí cuando comienza la pesadilla.

Por Herrera en COPE Gran Canaria pasó Iris, una mujer que amasó una deuda de 60.000 euros, trabajaba con un salario muy digno, cobraba 1.600 euros, pero por circunstancias de la vida se vio envuelta en deudas que incluso llegó a superar su salario: “cometí el error de tirar de tarjetas y pedí créditos para reunificar deudas”. En su caso solo tenía tres tarjetas y dos préstamos, pero la cantidad a pagar cada mes era tal que la asfixiaba “llegue a pagar 2.000 euros al mes y ya el día 1 no tenía dinero”, situación muy complicada la sufrida agravada por diferentes circunstancias que le llevaban a entrar en un bucle sin salida, “pedí excedencia en el trabajo para preparar unas oposiciones que después se pararon, además mi padre desarrolló una enfermedad y necesitaba cuidarlo”, todo esto generó un sinfín de deudas que al final no pudo pagar.

"No dormía, tenía mal humor y desarrollé problemas de salud"

Por si fuera poco, Iris perdió su trabajo, “cuando me incorporé tuve un accidente laboral y después de acudir al médico de cabecera que me dio la baja, la empresa me afeó mi actitud recriminándome que debería haber acudido a sus médicos y semanas después me llegó la carta de despido”

Todo esto le llevó a desarrollar situaciones de desequilibrio metal, “no dormía, tenía mal humor, constantemente me invadían pensamientos invasivos, y otros problemas de salud”. Reconoce que el mayor error que cometió fue la reunificación, pero gracias a sus padres pudo sobrevivir, porque todo su salario se iba en pagar créditos, “gracias a mis padres pude pagar la hipoteca, la luz, el agua y la comida, ellos me salvaron la vida”. Denuncia que hay mucha falta de información y “cualquiera podría caer”,

Todo cambió cuando conoció a Maribel

Todo cambió cuando conoció a Maribel Miranda, abogada especialista en Derecho Concursal y Ley de Segunda Oportunidad, “mi vida cambió el 16 de abril”, asegura Iris, quien reconoce la labor profesional y personal de la letrada, y trata casi como ángel de la Guarda: “te devuelve la vida, te alivia la vida,” ella le enseñó que su situación tenía salida y era acogerse a la ley de Segunda Oportunidad, según Maribel “lo que le ocurrió a Iris le puede pasar a todos, es un simple traspié que por circunstancias de la vida te podría llevar a un callejón de salida".

Según la abogada, La Ley de Segunda Oportunidad es una tabla salvavidas para personas que por diferentes motivos están en una situación económica muy difícil, “incluso he llegado a ayudar a condonar deudas de 7 millones de euros y realmente es lo mismo trabajar con 1.000 euros que con cantidades tan altas, solo cambia el afectado.” Añade Maribel que para acogerse a esta normativa, son necesario unos requisitos como, actuar de buena fe por parte del deudor, justificar un estado de insolvencia actual o inminente, no ser declarado culpable en concurso de acreedores, estar al día de las obligaciones tributarias, no ser condenado por delitos económicos entre otros.

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