Gente sin recursos agradecen el trabajo de las ONG que combaten la pobreza: "Soy mejor persona"
No solamente les alimentan, sino que también les devuelven la esperanza
Gran Canaria - Publicado el - Actualizado
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Canarias fue el año pasado la segunda comunidad con mayor tasa AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social con un 33,8% de la población, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2023, que atestiguan que prosigue su bajada tras el 36,2% de 2022.
A pesar de esta bajada, las cifras de Canarias no invitan al optimismo, porque, al menos desde 2008, nuestra comunidad ha tenido a más de un tercio de su población en situación de riesgo de pobreza y según Caritas Diocesana de Canarias, actualmente en las islas, más de 150.000 personas pasan hambre.
Las ONG que atienden a los más desfavorecidos tratan con muchas situaciones distintas, incluyendo los casos de aquellos que no solamente lo han perdido todo, sino que la vida, por distintas razones, les ha pasado una factura muy cara. Pero, tal y como hemos escuchado hoy en Herrera en Gran Canaria, para ellos también hay esperanza.
Recuperar la esperanza
Precisamente esperanza es lo que ha recuperado Alfonso, un vecino de Las Palmas de Gran Canaria que recibió la ayuda de la ONG Rescate Canarias. Confiesa que gracias a ellos, "se siente otra persona".
Su vida ha sido dura. A grandes trazos, nos contaba que era marinero, pero no pudo hacer carrera, a consecuencia de sus antecedentes penales. En lo personal tampoco le fue bien. Confiesa que desde niño se vio en la calle, huyendo de una casa en donde su padre maltrataba a su mujer y sus hijos.
Muchos años después, desavenencias con sus familiares más directos le sacan de la casa de su madre, viéndose en la calle. Un lugar que define como muy duro. “Vivir en la calle es terrible, no puedes dormir, porque vienen unos cuantos chavales y te pegan o te queman y no puedes dormir”, nos contaba, reconociendo que tenía miedo a que le pegaran, algo que ocurrió en varias ocasiones, incluso a las puertas de una iglesia. Ahora, en cambio, "se encuentra estupendamente".
Un caso parecido es el de Evaristo, que lamentaba las piedras en el camino que ha tenido a lo largo de su vida. Este grancanario vivió su propio viaje a los infiernos, después de una separación y una enfermedad “complicada”, conoció también la cárcel en Salto del Negro y tuvo que ver como muchas personas “le echaban tierra para que no me levantara”. Pero ahora, gracias también a Rescate Canarias, parece que la vida ha cambiado.
Evaristo asegura que la solución ha sido “buscar a Dios y agarrarse a él y él te dice el camino a seguir. Creo que es la mejor medicina”. Hace 3 meses que conoció a la ONG y su vida ha cambiado, ha dejado muchos medicamentos atrás e incluso se plantea estudiar para cura. A pesar de que solo cobra 600 euros de una discapacidad, asegura que ha dejado atrás la situación de pobreza y ve la vida y su futuro con optimismo.
Doramas Suárez, uno de los responsables de Rescate Canarias, se mostraba pesimista sobre la pobreza en nuestra comunidad, asegurando que no tiene solución. Pero al mismo tiempo destacaba el valor del trabajo que realizan con estas personas que “se sienten ignorados y enfermos”. En definitiva, se trata de prevenir las desigualdades en las que se encuentran estas personas, recordando que todos podemos en algún momento de nuestras vidas “encontrarnos en una situación complicada que no esperábamos”.