El marido de Romina Celeste pide perdón "aunque no lo merezca" y asegura que se arrepiente
Al salir del juzgado, y a la espera del veredicto, la madre de Romina Celeste, Miriam Rodríguez, ha insistido en que no cree en el arrepentimiento de Raúl Díaz
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El marido de la joven paraguaya residente en Lanzarote Romina Celeste Núñez, Raúl Díaz Cachón, ha pedido perdón por haberla matado a la familia de la víctima, a la suya y a la sociedad, "aunque no lo merezca", y ha dicho arrepentirse "profundamente" de lo que hizo.
Así se ha expresado este martes Díaz Cachón al ejercer su derecho a la última palabra en la tercera sesión del juicio por el homicidio de Romina, la madrugada de Año Nuevo de 2019, tras haber admitido los hechos por primera vez en cuatro años en la primera jornada.
"Me arrepiento profundamente de lo que pasó. Pido perdón a la familia, aunque no lo merezca, se lo ruego a la familia de Romina, a la mía y a la sociedad. Aceptaré la pena que me sea impuesta por este tribunal e ingresaré voluntariamente en prisión", ha dicho brevemente el autor confeso, que también ha agradecido al Jurado su participación en el proceso.
En esta última sesión, las partes han dado lectura a sus conclusiones finales y la acusación pública, ejercida por la letrada del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Pino de la Nuez, ha retirado su petición de delito de asesinato y se ha adherido a los informes de la Fiscalía, la acusación particular y la defensa, que han optado por pedir un delito de homicidio.
De este modo, el fiscal Jesús Lomba ha solicitado al Jurado que condene a Díaz Cachón a 15 años y 9 meses de prisión: 12 años y seis meses por un delito de homicidio consumado, un año y nueve meses por maltrato habitual, seis meses por la agresión en el Gran Hotel Arrecife, 9 meses por la agresión en el domicilio los días previos a la muerte de Romina, así como tres meses por profanación de cadáver, además de una multa de seis euros al día durante seis meses por simulación de delito.
Durante su intervención, Lomba ha apuntado al Jurado que el reconocimiento de los hechos facilitará las deliberaciones de una causa que ha considerado "muy compleja", pero que en esta fase final ha sido "sencilla", al renunciarse a buena parte de los 45 testigos y 29 peritos, lo que hubiese dilatado el juicio durante al menos dos semanas.
También ha valorado la colaboración del abogado defensor para no dilatar la causa y ha recordado que los anteriores letrados de Díaz Cachón pretendían que se tuviesen en cuenta atenuantes de arrebato, drogadicción y confesión.
"Por ahí no íbamos a pasar", ha declarado Lomba, que ha destacado que únicamente se han tenido en cuenta atenuantes objetivos, como la reparación económica del daño con anterioridad a la celebración del juicio oral.
"Puede que en su fuero interno puedan pensar que es poca pena, porque se trata de un hecho cruel, pero el sistema y la ley que tenemos es lo que hay. Estamos hablando de homicidio y no de un asesinato porque no se puede acreditar que haya habido una agresión con alevosía", ha referido Lomba, que ha insistido en que es algo que se hubiese podido determinar con una autopsia, imposible de realizar por la falta del cuerpo.
Ha expresado, además, que el relato del acusado sobre cómo se deshizo del cadáver es incongruente porque para construir una mentira, ha dicho, "es necesario tener mucha memoria", y lo que demostró el acusado fue que construyó mentalmente una coartada con un esquema rígido, propio de alguien "que no está siendo sincero".
Por último, Lomba ha pedido respeto para la memoria de Romina y ha demandado al jurado que ayude a "restañar" la memoria de la víctima.
La abogada de la familia, Emilia Zaballos, ha considerado que el reconocimiento de los hechos que hizo Díaz Cachón no es porque se arrepienta o quiera mejorar las cosas, sino porque existen pruebas suficientes que acreditan que había cometido todos y cada uno de los delitos.
"Esto no ha sido un mercadillo en el que se negocian penas. Se han defendido las penas máximas en función de las circunstancias, en función de la ley", a la par que ha considerado "dantesco" que lo máximo que se pueda pedir por profanar un cadáver, especialmente de la manera en la que se describe en este caso, sean solo cinco meses.
Zaballos ha incidido en que los peritos fueron claros respecto a que las capacidades cognitivas de Díaz Cachón no estaban alteradas por la drogadicción, y ha recordado, al igual que Lomba, las incongruencias del relato.
"No hay arrepentimiento -la intervención se produjo antes de la última palabra del acusado-, no hay duelo. Es consciente y planificó durante cinco días lo que hacer con el cadáver. Hay teatralidad, manipulación y victimismo", ha abundado la letrada.
También ha lamentado los "fallos del sistema" al no haberse activado el protocolo de violencia de género y al no haber denunciado los hechos los amigos de la pareja citados como testigos.
"Hemos tenido que soportar que se ponga en el calle al autor de los hechos y que sufra la familia, que todavía no tiene los pocos restos que quedan de Romina", ha lamentado Zaballos.
Por su parte, Pino de la Nuez también ha considerado que "están más que claros todos los delitos" y que el reconocimiento de los hechos responde a un "teatro", a la par que ha opinado que Díaz Cachón actúa con "frialdad".
La abogada del ICI ha subrayado que se trata de un homicidio machista fruto de una relación conyugal marcada por el maltrato habitual.
En este caso, ha ahondado, ha quedado reflejada la "poca implicación" de la ciudadanía, en referencia a los dos amigos de la pareja que no denunciaron el maltrato, lo que, a su juicio, demuestra que "siguen siendo necesarias más intervenciones de las administraciones" y una incorporación de la perspectiva de género en la Justicia.
En su opinión, Díaz Cachón cree que "con el dinero puede acallar a las víctimas sin dar la versión verdadera de lo ocurrido".
La defensa, ejercida por Nicolás Revuelto, ha asegurado que el reconocimiento de los hechos no responde a ninguna estrategia y ha expresado que su intención, desde que se hizo cargo de su cliente tras otros tres abogados, nunca fue dilatar el caso, pese a que tuvo herramientas para hacerlo.
"Todos hemos remado en la misma dirección. No para llegar a un acuerdillo, sino dentro del margen que nos deja la ley, con el atenuante objetivo de la indemnización, que servirá para que los hijos de Romina tengan garantizada su educación y que, en cierto modo, cese el sufrimiento de la madre y de la familia de Raúl", ha dicho.
Tras las conclusiones finales, el Jurado se ha retirado a deliberar y se espera que en pocas horas emitan su veredicto.