CULTURA

Santi Falcón y Kike Pérez despiden a Manolo Vieira: "Fue mucho más grande de lo que él pensaba"

El mánager del artista y el humorista lanzaroteño, conmocionados por la muerte del cómico más grande de las islas

Redacción COPE Gran Canaria

Gran Canaria - Publicado el - Actualizado

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Amigos, artistas y la sociedad canaria está muy apenado por la pérdida de Manolo Vieira, humorista del barrio de La Isleta que ayer nos dejaba con 73 años de edad. Esta pérdida ha supuesto un jarro de agua fría para muchos de sus “discípulos” y por todos aquellos que se fijaban en el para sacar sonrisas.

Es el caso de Kike Pérez, humorista de Lanzarote que aseguraba esta mañana en COPE Canarias que “deja un legado no solamente en Canarias sino en la humanidad brillante y eterno”.

Además, quiso hacerle un pequeño homenaje indicando que a pesar de que no le salen las palabras por el dolor, para el “se ha ido el que se consideraba “su maestro y su padre en el mundo del humor”.

Kike Pérez: “Manolo me enseñó más sin querer, que queriendo. El siempre huyó de la palabra que usábamos, que era maestro, pero el me calmó en todas esas situaciones que yo estoy empezando a vivir y él ya había vivido.”

Santiago Falcón es su amigo y mánager. Asegura en nuestros micrófonos que llevan una vida juntos y que hace 32 años le fue buscando a él para trabajar juntos. “Fue el, el que me buscó a mí y hemos vivido una vida juntos. Tenemos un respeto mutuo y he tenido la suerte de poder vivir al lado de un genio. Manolo era una persona con una gran capacidad de análisis muy grande, más grande de lo que él incluso podía imaginar”.

Santiago Falcón: “En la intimidad, por encima de todo era un gran contador de historias, incluso mucho mejor que los que contaba en los escenarios. Porque esas historias en su intimidad, en los trayectos de horas de coche, eran relatos que aparte de tener humor, tenían drama. Y esa manera de contare interpretar sus memorias y vivencias era una gozada. Manolo era una persona habladora con su gente”.

Santiago Millán: “Nosotros somos conscientes de lo grande que era Manolo, fue una persona con una suerte tremenda, sumamente querida, respetada, seguida... pero lo era porque lo que hacía lo hacía de una manera genial, porque era un genio. Era una persona que nació en chabolas, de un origen absolutamente humilde, una persona que nadie le ha enseñado nada. Su madre era maestra y le daba pautas, una persona que cumplió y que superó todas las expectativas, que en un principio su trayectoria le exigía. Una persona que aprendió a vivir en otros escenarios y una persona que esa genialidad le desbordaba y que a veces le costaba entenderse, como todos los genios”.

Concluye muy emocionado destacando que “Manolo Viera para él ha sido un milagro que le dejó participar en su carrera, obra y creación. Creo que nunca fue verdaderamente consciente, de ver el inmenso artista que es y que fue. Fue mucho más artista, con un potencial y capacidad imaginativa, escénica, narrativa, creativa y de lo que el mismo imaginó y se auto percibía. Es imposible encontrar una carrera de 41 años con sus olas más altas o más bajas, pero nunca como un fracaso”.

La sala 109 del tanatorio de San Miguel estará abierto al público para quien quiera velarlo hasta las ocho y media de la tarde. La semana que bien se hará una misa-funeral en su iglesia, la Iglesia de la Luz en La Isleta.