Tres años a la espera de una plaza en un centro de ocupación para su hija con discapacidad intelectual

Texeida, de 22 años, se encuentra en lista de espera para poder entrar en un centro donde pueda socializarse y dejar de ser invisible

Redacción COPE Gran Canaria

Gran Canaria - Publicado el - Actualizado

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Ruth Santana, es la madre de Texeida, de 22 años con una discapacidad intelectual y que ha visibilizado por las redes sociales la situación que está atravesando su hija. Critica que, desde hace 3 años, ella y cientos de familias de Canarias, se encuentran en una lista de espera para poder acceder en un centro ocupacional para seguir con su formación y realizar actividades.

En COPE Canarias ha contado como su hija Texeida “sigue sin poder desarrollarse en un espacio específico para personas que se encuentran en su misma situación, desde que terminó su formación en un centro de Educación Especial”.

Ruth Santana dice que “lleva tres años así, sin un lugar donde pueda acudir por la mañana para poder seguir socializando y sintiéndose útil. Ella no entiende la situación y de hecho está triste, le ha generado ansiedad e incluso se le ha caído el pelo porque no ve a nadie más que a mí”.

Hace tres años, comenzó su andadura con el objetivo de que su hija siguiera formándose en un centro ocupacional en Gran Canaria, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, o en otro municipio. Señala que “desde que empezaron dicha solicitud, han pasado tres largos años y hemos pasado directamente a formar parte de una lista de espera que año tras año sigue sin moverse”.

Según la madre de Texeida: “Ella apenas puede dormir porque solo desea seguir haciendo sus actividades en su día a día y pasarlo bien. Está triste porque no entiende porque su rutina del día a día, que la hacía sentirse útil e incluida en la sociedad, ha dejado de realizarse desde que terminó sus estudios en un centro de Educación Especial”.

Desesperada por esta situación ha lanzado un llamamiento en las redes sociales para intentar que las administraciones competentes que manejan esas listas les ayuden y puedan proporcionarles una plaza.

Ruth Santana: “Actualmente no sé a quién compete a día de hoy que me den una plaza, me dirigen en todo momento al cabildo insular y su consejera, Isabel Mena, a la cual le hemos mandado un correo para ponernos en contacto. Ya le hemos trasladado el problema que nos atañe a mí y a mi hija, pero no hemos recibido ningún tipo de respuesta”.

Ruth señala que tener este centro ocupacional supone para Texeida “romper y parar en seco ese tránsito de la edad adulta y como no se comunica mediante el habla, las emociones las gestiona de manera distinta. Estábamos viendo señales de una tristeza fuera de lo normal en ella, empezó a caerse el pelo, no comía igual y le costaba dormir. Fueron sumando esos síntomas y esta última semana, Texeida sufrió un ataque de ansiedad, porque escuchó una conversación de que no encontrábamos plaza y se vino abajo. No nos habíamos dado cuenta hasta que vimos que sufrió ese cuadro de ansiedad”.

La única actividad en la que se encuentra útil Texeida, junto a más jóvenes de la isla, es la del proyecto Suma, creado por Javi Choren y el Club Baloncesto de Gran Canaria, en la que mediante este deporte se juega de manera inclusiva.

Ruth insiste en que “desgraciadamente nadie se ha puesto en contacto con ellos y les consta que ella, su hija y otras familias en su misma situación han pasado a engrosar una lista de espera porque no existen plazas en los centros ocupacionales de Gran Canaria”.

“Insiste en que ellos no son el problema, ya que son los afectados de un problema de las instituciones”, añade.

Lleva tres años en situación de desamparo total por parte de las administraciones competentes. Ahora se ha apuntado en la plataforma change.org para pedir que su hija encuentre un espacio en el que se vuelva a sentir integrada en la sociedad.

“Ayúdanos a visibilizar su situación y hacer que otros padres y madres que tienen a sus hijos en esas listas, salgan de esta situación insostenible, que invisibiliza y condena a nuestros hijos a quedarse en casa”, concluye.