El cadáver de una ballena varada trae de cabeza a los usuarios de una playa en Gran Canaria

Los vecinos de Telde que pasean por la playa de Bocabarranco sufren desde el 11 de diciembre los olores que emana una ballena varada en estado de descomposición. Los usuarios de la playa esperan reacciones y se preguntan a qué puerta tocar. En estas situaciones, "la competencia es del Gobierno del Canarias, si están en aguas interiores, y del Ministerio de Medio Ambiente, si es en aguas exteriores", ha explicado Pascual Calabuig, responsable del Centro de recuperación de fauna silvestre, que hoy ha atendido la llamada de Herrera en Gran Canaria.

Pero, más que lanzar la pelota de un tejado a otro, la realidad es que el problema no tiene una sencilla solución. Y es que el cetáceo ha quedado varado en una zona de difícil acceso para trabajar en su retirada: "Hemos llevado la grúa más grande que tenemos en la isla -de 200 toneladas-, y el personal de la grúa nos dijo que no la podía sacar. No es por el peso, sino por el lugar. Es un terreno con mucho desnivel, es inaccesible. Una grúa de ese tonelaje no puede acceder. Lo estudiamos también por el mar, pero hay veces que no es posible", aclara.

Llegado a este punto, la decisión que se ha tomado es "dejar que la naturaleza siga su curso. Del animal, lo que le quedan son los huesos, la grasa y la cola. La fauna carroñera ha trabajado ahí. Es un proceso natural. Al ser una playa para paseantes y no de uso público, hemos decidido esperar a que se descomponga", explica Calabuig.

El veterinario entiende el malestar de los vecinos que suelen pasear por la zona y les pide comprensión: "El problema del olor puede durar un mes más. Toca aguantar, porque no se puede hacer nada", sentencia.