sociedad

Los Finaos y el Rancho de Ánimas: La resistencia que persiste al olvido

En Gran Canaria se continúa llevando a cabo de forma tradicional, el pueblo de San Lorenzo lleva a cabo una representación multitudinaria con el fin de seguir preservando la identidad de la celebración

Javier Benítez

Gran Canaria - Publicado el

5 min lectura

      
      
             
      

Castañas asadas, garañones, y el añejo aroma del anís se mezclan en las calles de muchos municipios de Gran Canaria durante la celebración de los Finados, una antigua tradición que revive el vínculo de los isleños con sus seres queridos fallecidos. Aunque otras modas ha ganado en popularidad en los últimos años, los 'Finaos' continúan siendo una celebración esencial especialmente en municipios como Teror, Agüimes, Ingenio, La Aldea de San Nicolás y Las Palmas de Gran Canaria concretamente en el barrio de San Lorenzo, en estas zonas se mantiene viva la tradición pasando de generación en generación.

Los 'Finaos' se celebra la víspera del Día de Todos los Santos, es una noche de recuerdo y reunión familiar en honor hacia quienes ya no están. La costumbre reúne a familias y vecinos para recordar a los vecinos mediante veladas que combinan la conversación, la música tradicional y el disfrute de alimentos típicos de este fecha. Las castañas y piñas asadas, los garañones en San Lorenzo, incluso las nueces, almendras y el anís, se convierten en protagonistas de una mesa compartida mientras se cuenta historias y anécdotas sobre los difuntos, aquellos que nos dejaron, pero permanecen en la memoria familiar.

Durante este agasajo, también es común cantar canciones y tocar instrumentos típicos canarios como el timple o la guitarra, lo que refuerza el sentido de comunidad y pertenencia que caracteriza a estas celebraciones. La comida, la música, la conversación, el recuerdo vivo de los que ya no están unen a los que todavía están y aligeran la solemnidad del momento, recordando que la muerte no es el final, sino una continuidad en el recuerdo.

Agencias

Evolución y situación actual de los Finaos y el Rancho de ánimas en Gran Canaria

origen y evolución

La celebración de 'Los Finaos' tiene profundas raíces en la tradición prehispánica y en las costumbres traídas por los colonos europeos, quienes adaptaron las prácticas locales de veneración a los ancestros. En Gran Canaria, el día se fusionó con las creencias antiguas que honraban a los ancestros con respeto, con las costumbres católicas del Día de Todos los Santos, en el que se encienden velas y se reza por el descanso de los difuntos.

Con el paso de los años, esta tradición evolucionó, adaptándose al modo de vida insular y consolidando elementos distintivos como la comida y la bebida compartida. En un tiempo en el que las familias se reunían para celebrar una economía modesta, compartir las castañas, la piña asada, otros frutos secos y el anís era un lujo accesible que simboliza el valor de la memoria compartida.

Orden del Cachorro

Castañas asadas

convivencia con halloween

Hoy en día, varios municipios de Gran Canaria trabajan para preservar esta celebración y que no desaparezca bajo la influencia de otras celebraciones exportadas. En lugares como Teror, se organizan eventos en las plazas y espacios públicos donde los vecinos pueden participar de degustaciones de castañas, talleres y actos con música popular. En Agüimes y en Igenio, se organizan reuniones comunitarias para mantener viva la llama de la tradición, En Las Palmas de Gran Canaria la celebración se vive de forma especial en el pueblo de San Lorenzo, aquí jóvenes y mayores conviven en comunidad dando la importancia que tiene seguir protegiendo una costumbre ancestral para recordar la vida de sus antepasados.

      
             
      

En la última década, Halloween ha crecido en popularidad, especialmente entre los jóvenes y niños, quienes disfrutan de disfrazarse y de las actividades asociadas a esta fiesta de origen anglosajón. Aunque Halloween no tiene conexión directa con la tradición local, ha ganado terreno, lo que ha generado opiniones divididas; algunos creen que es una celebración que no debería interferir con 'Los Finaos', mientras otros piensan que ambas pueden convivir.

La mayoría de los municipios han optado por un enfoque de coexistencia, permitiendo que Halloween sea celebrado en los espacios públicos, mientras 'Los Finaos' conservan su carácter íntimo y familiar. Las escuelas y las asociaciones culturales también realizan actividades que combinan ambas tradiciones, enseñado a los niños tanto el respeto a las raíces culturales de Canaria como la oportunidad de disfrutar de una festividad que, aunque moderna, atrae la curiosidad y la alegría de los más jóvenes.

Rancho de Ánimas de Arbejales, Teror

rancho de ánimas

Pero 'Los Finaos' no es la única manifestación sociocultural arraigada en la celebración popular durante esta noche, también la visita del Rancho de Ánimas, una de las manifestaciones más arraigadas en el tiempo que durante la noche de la víspera de Todos los Santos, visitan las viviendas para dedicarle una copa a los difuntos, esta celebración popular está muy arraigada en Teror, La Aldea de San Nicolás y Valsequillo y se lleva a cabo para honrar a los difuntos y se caracteriza por su mezcla de elementos religiosos y festivos.

      
             
      

En las calles de estas localidades y a petición de las familias, los Ranchos de Ánimas se han convertido en una manifestación única de la espiritualidad y la tradición popular. Estos eventos, que combinan elementos religiosos y festivos, ofrecen a las comunidades una oportunidad para honrar a sus difuntos de forma colorida y especial. Las agrupaciones folclóricas tienen raíces profundas en la religión católica, pero también reflejan influencias de otras creencias. Los Ranchos de Ánimas surgieron como una forma de rendir homenaje a las almas en pena y rezar por su descanso eterno

Los finaos y el Rancho de Ánimas representan el anhelo de conservar una identidad propia en Gran Canaria, una celebración que, aunque enfrentan a la influencia de festividades extranjeras, sigue vive en la isla gracias al esfuerzo de las comunidades. En un tiempo en el que lo global se imponen sobre lo loca. Esta noche de catañas, piñas, anís y cuentos sobre nuestros seres queridos, es un recordatorio de que la historia y la cultura viven mientras sus miembros recuerden y honren sus tradiciones.