OBRAS PÚBLICAS
Franquis asegura que a pesar del hormigonado, no se prevén retrasos en la carretera de La Aldea
La UTE que ejecuta las obras asumirá las labores de refuerzo de aquellos puntos en los que se detecte que el hormigón no cumple con las exigencias de calidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha informado hoy que el primer informe preliminar elaborado por la Asistencia Técnica contratada por la Consejería para las obras de la segunda fase de la carretera de La Aldea, tramo Agaete-El Risco, determinan, provisionalmente, que únicamente habría que reforzar un 1,8% de los 27.519 metros cúbicos de hormigón empleados hasta la fecha en el sostenimiento de los siete túneles ya perforados o en excavación. Estos informes han sido ordenados por la Dirección de Obra, dependiente de la Consejería, tras detectarse una serie de anomalías en el control de calidad de los hormigones que se estaban empleando en las labores de gunitado, es decir, cubrir las paredes de los túneles recién excavados con hormigón.
“Esta semana nos ha llegado un primer informe de la Asistencia Técnica. Se trata de un informe preliminar que se ha realizado sobre la gunita de dos túneles, el 3 y el 8, y con esos datos hacen un cálculo global, una estimación para los siete túneles ya excavados, que nos indica que hay que llevar a cabo esos trabajos de refuerzo en el 1,8% del conjunto de los túneles que hasta el día de hoy cuentan con el sostenimiento”, explicó Sebastián Franquis, “con estos datos, que como digo son preliminares, podemos afirmar que la obra específica de los túneles no va a afrontar una demora significativa en su ejecución por esta causa”.
El consejero indicó que se detectó un problema con el uso de los hormigones proyectados que se utilizan para crear la capa de sostenimiento y la de revestimiento en los túneles de esta obra. En marzo se detectaron importantes discrepancias entre los resultados que daba un laboratorio contratado por la UTE y el laboratorio contratado por la Asistencia Técnica para realizar los contrastes.
De esta forma, el proyecto técnico de la obra marca que la medida de resistencia de estos hormigones debe ser de 35 megapascales. De esta forma, a principios de este año, varios informes del laboratorio de contraste de la Asistencia Técnica detectaron que se están empleando en algunas zonas hormigones por debajo de 30 megapascales. Sin embargo, los informes del laboratorio contratado por la UTE concluían que sí se cumplían estas exigencias en toda la obra. Ante esta disparidad, y tras comprobar que el citado laboratorio no cumplía con todas las exigencias de calidad obligatorias, la Consejería ordenó el cese de la actividad de este en la obra. Además, y en vista de que parte de los hormigones que se estaban empleando no cumplían los estándares de calidad, a finales de junio se ordenó la paralización de las labores gunitado en los túneles, lo que implicó el cese de las labores de excavación. Esta orden vino motivada al no existir credibilidad en el proceso de control de calidad, tanto en de la gunita de revestimiento como de sostenimiento.
“El pasado lunes presidí una reunión con los responsables de la UTE para exigirles que se tomaran medidas y nos garantizaran, lógicamente, que a partir de ahora va a haber un mayor control de calidad a la hora de usar los hormigones en la obra”, señaló el consejero Franquis, “Les hemos exigido la creación de un laboratorio que esté a pie de obra, y las empresas se han comprometido que estará en el próximo mes instalado. Además, se ha mejorado ya la calidad de los hormigones con una nueva fórmula de trabajo con ‘humo de sílice’ que garantiza la resistencia a comprensión mayores, y se solicita a la UTE que se comprometa a realizar un correcto control de calidad de los hormigones y a detallar los medios empleados para hacerlo. Con todas esas exigencias que ya se están cumpliendo, el pasado lunes se dio la orden de retomar las labores de excavación y proyección de hormigón en la obra”.
Este cese de actividad, explicó Sebastián Franquis, afectó solo a la proyección de hormigón y a la excavación, el resto de los trabajos siguieron su ritmo normal. Incluso se mantuvo la actividad dentro de las dos bocas del doble túnel de Faneque, donde se está ejecutando la obra civil del interior del túnel, es decir, canalizaciones y drenaje. También se continuaron con las obras de drenaje que se están realizando en el exterior de los túneles y las obras para crear el terraplén para crear el futuro enlace del Risco.
“Quiero trasladar al conjunto de la opinión pública que la Asistencia Técnica contratada por la Consejería para esta obra ha hecho su trabajo correctamente, que esto no surge de la noche a la mañana, que desde el mes de marzo en adelante se han hecho una serie de informes y de análisis de contraste para verificar la calidad de los hormigones. Había dudas razonables de que el nivel de calidad del hormigón fuera el adecuado, no era que se ajustaba a la propuesta hecha por la empresa cuando se presentó al concurso, y esos informes de la asistencia técnica confirmaron las sospechas de que no se estaba llevando un riguroso control de calidad de los hormigones en esta obra”, afirmó el consejero Franquis.
A partir de ahora la UTE que ejecuta las obras de la carretera de La Aldea tendrá que regunitar aquellas zonas en las que se descubra que la capa de hormigón no llega a las medidas de calidad exigidas por contrato. Se trata de incrementar el espesor de la capa de sostenimiento que ya existe con una mezcla de hormigón que incorpora un material llamado humo de sílice que refuerza la resistencia del hormigón. Estas labores correrán por cuenta de la UTE y no supondrán un incremento en el presupuesto por el que fue contratada la obra.
“En cualquier caso, actualmente los túneles están totalmente estabilizados”, añadió el consejero Franquis, “no hay un problema ni de estructura, ni de estabilidad, ni de seguridad en los túneles. Eso queda absolutamente descartado. De no actuar como se está haciendo, sí pudiera haber una afectación a la durabilidad de esos hormigones, es decir, que se deterioren antes de lo previsible. Por eso estamos actuando ya y exigiendo a la UTE que corrija esta anomalía”.