El Muelle Deportivo y la Vela Latina lloran la pérdida de un hombre "amable y cariñoso", como Pedro Abrante

Pedro Pérez Abrante, conocido cariñosamente como Pedro “Texaco”, uno de los personajes más populares del puerto de la capital grancanaria, especialmente del muelle deportivo, y del mundo de la vela latina, nos dejó ayer víctima de una larga enfermedad.

Distinguido como Hijo Adoptivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en el 2013 y homenajeado por la comunidad portuaria en el 2020, Pedro era un hombre muy querido y respetado por su carácter, amabilidad y vinculación con el Muelle Deportivo, donde trabajó en su estación de servicio durante 33 años.

El presidente de la federación de Vela Latina Canaria, Bernardo Salom, recordaba, muy emocionado, en COPE Gran Canaria la figura de Pedro: “Ha dejado un vacío muy grande y ha sido un palo grande y una gran pérdida. Pedro era una persona muy cariños, muy amable con todos los que le conocían y un enamorado de la vida y de la vela”.

Salom apuntó, con nostalgia, que también se le conocía como Pedro “no problem”, por su amabilidad y facilidad para resolver los problemas de los extranjeros que llegaban en sus barcos al Muelle Deportivo: “Sin saber idiomas, siempre estaba ayudando a los extranjeros y se comunicaba con ellos por su talante amable. Con esa expresión tan característica en el mundo de la vela latina era capaz de gestionar cualquier necesidad que tuviese un armador. Con los materiales o con averías Se encargaba de tranquilizarlos y terminaba solucionando cualquier problema que tuviesen”.

Pedro Pérez Abrante, natural del Puerto de la Cruz (Tenerife), fue distinguido con el título de Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria y tiene una calle y una embarcación con su nombre: “Estuvo con nosotros en la última regata y le pusimos su nombre a una de nuestras embarcación. Algo que a él y a su familia les hizo mucha ilusión. Era un gran amante de la vela y, antes de las magníficas instalaciones que tenemos ahora, la sede estaba justo al lado de la gasolinera donde Pedro siempre nos echaba una mano”, explicó, antes de desvelar que “tenía una foto con el entonces Príncipe Felipe y estaba muy orgulloso de ese momento”.

Descanse en paz un hombre bueno, como Pedro Pérez Abrante.