OCIO
¿Tiene solución la noche de Reyes en Triana? Una asociación cree que sí
'Enamórate de Triana' propone eliminar las barras, aprovechar los locales vacíos para conciertos y abrir los museos del barrio
Gran Canaria - Publicado el - Actualizado
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Buscar una solución a la noche de Reyes en Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en una prioridad por el impacto social y económico que tiene la cita que reúne a miles de personas en Triana. Sin embargo, este gentío, que en muchas ocasiones se prolonga hasta altas horas de la madrugada, tiene sus horas contadas si no se encuentra una alternativa que guste a todos. Algunos residentes de la zona han denunciado el menoscabo que genera por el ruido que se vive en muchas calles de la zona comercial y han logrado que el ayuntamiento capitalino limite no solo el horario comercial, sino también las iniciativas previstas.
Las risas estridentes, los gritos de la alegría, el estruendo de los conciertos en la Plaza de San Bernardo retumbando en las paredes de las casas, invadiendo el espacio y socavando el legítimo derecho al descanso generan un desorden de los residentes que se ven víctimas de lo que ha calificado de invasión nocturna.
Dar la vuelta a la noche de Reyes en Triana
Sin embargo, y con el ánimo de no aniquilar esta tradicional noche de reyes en Triana, la recién creada Asociación Enamórate de Triana ha presentado una seria de alternativas que deberían ser estudiadas por todos los actores implicados; comerciantes, restauradores, centros culturales y por supuesto el equipo de gobierno del consistorio.
Por Herrera en COPE Gran Canaria pasó el presidente de la asociación, quien desgranó las ideas del colectivo para evitar la muerte de una de las noches más representativas del ocio nocturno en la capital. Rafael David Marrero reconoció el perjuicio por el que tienen que pasar muchos vecinos que no pueden conciliar el sueño debido al griterío de los asistentes y al estruendo de los conciertos, por ello, ha presentado a través de herramientas tecnológicas al consistorio una seria de medidas que vienen no solo a paliar la situación, sino a “dar una vuelta” a la noche de Reyes en la capital.
Según nos contaba, “se debe rescatar la noche de Reyes, no queremos que siga como de ahora y que se convierta en un macrobotellón”. Reconoce que esa noche “es muy importante para la realidad económica de Gran Canaria”, pero se lamenta de que muchas vías, “como la calle Cano, se convierten en un basurero con orines en todos los rincones.”
Eliminar las barras
Por ello, anima a buscar un punto en común entre los vecinos, la restauración, los comercios y el Ayuntamiento. Para ello, “se deben eliminar las barras de los restaurantes porque esto produce aglomeración de gente en la calle”. En cuanto al comercio, es favorable a ampliar el horario “porque genera economía y en una noche de tantas compras siempre es positivo para el ciudadano porque es necesario alguna de última hora.” Además, apuesta por una “noche cultural”, para ello sugiere una “noche de puertas abiertas de los centros culturales del barrio”.
Triana-Vegueta cuenta con innumerables instalaciones culturales como el teatro Pérez Galdós o el Cuyás, además de la Casa Museo Pérez Galdós, así como Biblioteca Insular, el CAAM, el Museo Canario o el Gabinete Literario entre otros, según su idea se podrían realizar actividades en el interior de cada uno de estos espacios para fomentar la cultura.
Otra de las propuestas que ha lanzado ha sido la recuperación de locales vacíos para realizar pequeños conciertos: “Se podrían adecuar y abrirlos para que grupos puedan tocar ahí, y generar un circuito de conciertos que, al estar en un lugar cerrado, no moleste a nadie”.
Independientemente de que todas estas propuestas se lleven a cabo, lo que es indiscutible es que la noche de Reyes necesita un cambio para evitar su desaparición. En medio de este conflicto entre el derecho al esparcimiento y el respeto a la convivencia, los vecinos se encuentran atrapados en un dilema constante. ¿Cómo encontrar un equilibrio entre la diversión y el derecho al descanso? Esta pregunta resuena en las mentes de todos aquellos que desean una solución a este desafío que debe ser atendido por el Ayuntamiento capitalino.