Vecinos de Las Palmas denuncian la gentrificación: “Nos están echando de nuestros barrios”
La presión del alquiler vacacional y la inversión inmobiliaria está transformando los barrios tradicionales de Las Palmas de Gran Canaria

Herrera en Cope Gran Canaria
Gran Canaria - Publicado el
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El término gentrificación ha dejado de ser ajeno para muchos vecinos de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de un proceso urbano por el cual zonas tradicionalmente habitadas por población de renta media o baja comienzan a atraer a residentes con mayor poder adquisitivo, lo que provoca el encarecimiento de la vivienda y el desplazamiento de los vecinos de toda la vida. Y ese proceso ya está afectando de lleno a barrios como Guanarteme y La Isleta.
Así lo explicaron varios invitados durante una tertulia en Herrera en COPE Gran Canaria, donde se abordó el impacto del turismo y la inversión inmobiliaria en los entornos residenciales de la capital. Javier Marrero, portavoz de la plataforma Derecho al Techo, lo tiene claro:
“Es producto de una turistificación y luego de una especulación inmobiliaria. Esas dos cosas van de la mano es lo que hace el efecto de gentrificación en nuestros barrios”, afirmó. Marrero alertó de que el 50 % de las viviendas turísticas de la ciudad están concentradas entre Guanarteme y la zona de Las Canteras.
Es producto de una turistificación y luego de una especulación inmobiliaria. Esas dos cosas van de la mano es lo que hace el efecto de gentrificación en nuestros barrios
Una transformación urbana con fondo clasista
El arquitecto Carmelo Suárez fue más allá y calificó esta transformación como una estrategia con un fuerte componente social.
“Aquí lo que hay es una estrategia profundamente clasista, una segregación social geográfica. Siempre la clase obrera y los sectores populares van a ir siendo expulsados a la nueva periferia”, denunció. Según Suárez, la dinámica se repite una y otra vez: cuando una zona periférica se revaloriza, quienes menos tienen vuelven a ser desplazados.

Edificios en obras
La voz de los vecinos
Más allá de los datos y las teorías, la realidad se vive en primera persona. Pepi, vecina de Guanarteme, se mostró muy preocupada por el impacto de la construcción en su barrio. “Es terrible lo que está pasando. Nos han hecho tantos edificios nuevos que nos están haciendo una isla de calor. Llegará un momento en que miremos al cielo y no veamos nada”, expresó con impotencia.
Es terrible lo que está pasando. Nos han hecho tantos edificios nuevos que nos están haciendo una isla de calor
Desde La Isleta, Tito también alzó la voz contra quienes ven la vivienda como una simple inversión: “Yo creo que hay que intervenir la vivienda. Quien quiera invertir, que lo haga en oro o en coches antiguos. Mientras la vivienda sea un negocio, esto no va a parar”.
Quien quiera invertir, que lo haga en oro o en coches antiguos. Mientras la vivienda sea un negocio, esto no va a parar
Una demanda clara: intervención pública y límites al mercado
Vecinos, activistas y expertos coinciden en que la situación no mejorará sin una intervención decidida por parte de las administraciones públicas. La falta de regulación sobre el alquiler vacacional, el aumento de la inversión especulativa y la ausencia de políticas de vivienda social están cambiando la fisonomía de los barrios tradicionales.
La advertencia está lanzada: si no se actúa a tiempo, muchos barrios dejarán de serlo para convertirse en escaparates turísticos, y sus vecinos, en desplazados.