SOCIEDAD
Vive sola en una casa de metal corroída, encamada, sin poder moverse y de la caridad porque no tiene ingresos
Soraya Pérez denuncia que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana la ha dejado abandonada a su suerte
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Soraya Pérez Alemán es una vecina del Matorral Bajo en Juan Grande, San Bartolomé de Tirajana que malvive en una chabola de metal corroída por las condiciones climatológicas, en el entorno, no hay ningún tipo de dotación, ni servicio ciudadano, ni supermercados, ni farmacias, ni transporte, solo barranco y maleza e invernaderos
Debido a una operación en el tobillo hace dos meses, su movilidad es nula por lo que está encamada, si fuera poco no posee ningún ingreso y no recibe ninguna ayuda social, solo vive de la caridad de sus vecinos y familiares.
En La Mañana de COPE Gran Canaria ha denunciado su dura situación, asegura que no puede moverse y solo cuando finalice su rehabilitación podrá caminar ayudada por un bastón, la parada de Global está a dos kilómetros por lo que se siente aislada y maltratada por las instituciones: “me dicen los del ayuntamiento que no hay ayudas de emergencias y en cuanto a las tarjetas de los supermercados, los trabajadores sociales me dicen que de eso se encargan los políticos.”
La única ayuda que recibe es la de su madre, cobra unos 400 euros “apenas le llega para lo de ella” y cuando puede la ayuda, también gracias a la vecina de al lado que “de vez en cuando me manda un platito”
Según su relato, en el 2010 le otorgaron una vivienda en la zona del Castillo del Romeral para vivir junto a su hijo, pero con la condición de entregar a su hijo a Servicios Sociales porque “no es digna” años después tuvo que dejar la vivienda porque sus ingresos superaban en un céntimo y medio el límite para ser receptora de vivienda, al no tener donde vivir, decidió ocupar la vivienda que le habían arrebatado motivo por el cual “un ejército de agentes de la Policía Local” la expulsaron y la llevaron a comisaría donde pasó un día completo “en los calabozos.”
Soraya denuncia que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana la ha dejado abandonada a su suerte y viviendo en una casa “que se está cayendo, sin cimientos, una chabola que solamente tiene dos columnas de hierro” con agujeros y pasando mucho frío y calor según las inclemencias del tiempo.
Para poder salir de la situación de extrema exclusión y necesidad por la que pasa ha solicitado el Ingreso Mínimo Vital, pero tampoco se lo han concedido: “lo pedí desde el mismo momento que se empezó a anunciar, lo he arreglado ni sé ni cuantas veces, pero no me ha venido.”