Una profesora de Burgos se muda a Canarias, alquila una habitación, y esto es lo que le pasa la primera noche: "Desastre"

El alquiler de una vivienda es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los profesores que consiguen plaza para trabajar en Canarias. Los altos precios y la poca calidad o capacidad de estas viviendas hace que estos profesionales se lleguen a plantear renunciar a su puesto.

Encontrar un lugar para vivir no le fue fácil a una joven profesora de Burgos, Andrea, que lleva años dando clase en Canarias. Comenzó en Tenerife y ahora se encuentra en Lanzarote, donde pudo localizar un inmueble que se ajusta a su economía. Pero hoy en Herrera en Canarias, aseguraba que, hoy en día, continúan produciéndose los mismos problemas que ella tuvo que afrontar para conseguirlo.

En sus inicios en Tenerife, encontró el alquiler de una habitación por 500 euros, en una vivienda de 4 habitaciones. Al no tener otra opción, la aceptó y al poco tiempo se dio cuenta de que se trataba de una estafa. “La mujer que lo alquilaba no era la dueña, era la señora de la limpieza. La propietaria no vivía ahí durante el curso y lo alquilaba a sus espaldas”, añade.

"una habitación “hecha un desastre y sin pestillo”

Se vio obligada a dormir durante una noche en esta vivienda, en el Puertito de Güímar, en "una habitación “hecha un desastre y sin pestillo”. Al día siguiente, al ir al colegio sus compañeros le comentaron que esa historia ya era conocida y era una estafa. Por si fuera poco, le amenazaron con denunciarla al no pagar los gastos de esa noche.

Ya en Lanzarote la situación no cambió, se encontró con pisos en Costa Teguise por 1500 euros, de una sola habitación. Andrea explica que los propietarios ven normal esos precios y que siempre buscan docentes para así, durante la época de verano aprovechar su vivienda para uso propio.

“Me sale más rentable meterme en una hipoteca”

A estos altos precios del alquiler y junto a las estafas, se añade otra dificultad como es el pago de la fianza y los adelantos que se solicitan para poder acceder a una vivienda. Andrea, en un momento de desesperación, tuvo que acudir a una agencia inmobiliaria en la que le pedían 3 meses de fianza, 2 meses por adelantado, y tener que estar 5 años en el piso. “Tuve que decirles que no, me salía más rentable meterme en una hipoteca”, añade.

Andrea es solo un ejemplo de lo que viven los docentes que buscan pisos en las islas, nos cuenta que un compañero suyo en Tenerife se vio obligado a vivir en la trastienda de un local que había sido una churrería por 650 euros al mes, con gastos aparte. Estuvo allí algunos meses hasta que localizó un lugar digno para vivir.

Hoy en día se encuentran pisos con una mensualidad de 1.500 euros, por lo que es “prácticamente imposible encontrar algo decente y a buen precio”, asegura. Otros pisos son más económicos, entre comillas porque cuestan 800 y 900 euros, pero hablamos de viviendas muy viejas o sin amueblar. Mensualidad a la que hay que añadir los gastos de suministro de la casa.

En Cope Canarias hemos consultado portales especializados para conocer cuál es la situación. Hemos encontrado alquileres de 2.500 euros mensuales en Teguise, por una vivienda de 3 habitaciones y 117 metros cuadrados, más la fianza de 2 meses. En total, 7.500 euros.

En esta misma zona, encontramos piden 1.500 euros por un dúplex de una habitación, de 60 metros cuadrados y dos meses de fianza. Lo cierto es que muy pocos alquileres llegan a estar por debajo de los 1.000 euros. Una vivienda de 2 habitaciones por 995, euros, aunque, en este caso, no indica el tamaño de la vivienda ni muestra las habitaciones.