Una vecina de Tenerife que es de Barcelona cuenta lo que más le costó de vivir en la isla: "Todo el mundo"

Vivir en una isla paradisíaca puede parecer un sueño hecho realidad para muchos, pero para algunos, puede desencadenar sentimientos de claustrofobia y restricción. En España tenemos las Canarias, que son una delicia, pero que también provoca algunos problemas como el que confiesa esta joven de Barcelona en TikTok.

Aunque las islas pueden ofrecer belleza natural, tranquilidad y un sentido de comunidad, también presentan desafíos únicos que pueden generar ansiedad y sensaciones de estar atrapado. Son porciones de tierra rodeadas por agua, lo que naturalmente limita el espacio y las oportunidades de expansión.

Muchas personas encuentran en la isla un lugar ideal para vivir, cerca de la playa y rodeado de montañas y vegetación, sin embargo, puede ser muy difícil para otras personas que prefieren viajar en coche y no tener que depender siempre del barco o del avión.

Por ello, es importante considerar tanto las ventajas como las desventajas antes de tomar la decisión de mudarse a una isla. La belleza natural, el estilo de vida relajado y la tranquilidad son llamativos, pero la limitada oferta laboral, el acceso limitado a servicios y productos y las dificultades para desplazarse pueden pesar demasiado.

Vivir en la isla

La mayoría de los isleños, por no decir todos, experimenta una sensación creciente de agobio cuando, por motivos varios, tiene que trasladarse a una ciudad o pueblo que carece de mar. El efecto contrario lo encontramos, por lo general, en las personas que han nacido en la península o en cualquier otra parte del continente.

Cuando el viaje a una isla tiene como objetivo pasar unas agradables vacaciones, el aislamiento que las caracteriza facilita a la perfección la desconexión y el relax tan perseguido. Sin embargo, cuando los motivos que llevan a visitarla son de otro tipo y se extiende en el tiempo, la persona puede empezar a sentirse ligeramente incómoda.

Muchos buscan un lugar tranquilo lejos de la ciudad y algunos acaban trasladándose a islas. Sus expectativas son altas: quieren un lugar barato, tranquilo y bonito donde puedan tener las ventajas del área metropolitana y a la vez disfrutar del buen tiempo y la naturaleza.

La pandemia de Covid-19 ha cambiado el entorno laboral y ha incrementado a estos últimos; la mayoría de los empleados pueden optar por trabajar desde casa o en una modalidad híbrida. Ya sea para trabajar a distancia o para encontrar una nueva experiencia, muchos de ellos se trasladan a las islas.

Una vecina de Tenerife que es de Barcelona cuenta lo que más le costó

Están de moda los vídeos en TikTok en los que las personas hacen una enumeración de las cosas que les representan por ser de un lugar, pero Carla ha hecho uno haciendo una lista de aquellas cosas a las que se tuvo que acostumbrar tras cambiar su Barcelona natal por las islas Canarias en las que vive ahora.

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En él, esta joven que está en Tenerife explica que tuvo que acostumbrarse a que todo el mundo le dijera "mi niña", así como asegura que sigue llamando al "autobús" por su nombre, pese a que no pare de escuchar "guagua", eso sí, ama "tener verano todo el año". Son muchos los que le aconsejan que aproveche "que está en el paraíso".