SUCESOS

Un bar de Tenerife ha sufrido 14 atracos en los últimos 35 años

La oleada de robos en comercios de Arafo y Güímar continúa, con un último atraco hace pocos días que ha generado bastante alarma social

Guillermo García

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Preocupación en las zonas de medianías de los municipios de Arafo, y Güímar tras la oleada de robos que han se han producido en las últimas semanas en diversos comercios y gasolineras. Las redes sociales ya se han hecho eco del problema, y de hecho, la plataforma de denuncia social Impacto Canario, ha difundido en su perfil de Instagram algunas de las imágenes de las consecuencias.

La estación de servicio CEPSA de la Hidalga, o el Bar Chicho en Arafo, han sido los últimos establecimientos atracados, lo que ha aumentado la alarma social en los últimos días. Este último, bate ya todos los récords. Según explicaba su propietario, Elías Pérez, en Herrera en COPE Tenerife, ha sufrido en su establecimiento 14 robos en los últimos 35 años, el último de ellos, el domingo por la noche.

Elías reconoce que “ya estoy quemado, porque he pasado muchas veces por el juzgado y el tema es cansino”, así que, “yo lo arreglo, y sigo para adelante, y sigo trabajando”.

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"Reventaron la puerta y las cristaleras"

En cuanto al robo del pasado domingo, el propietario del bar explicó que “reventaron la puerta, que es de acero, y las cristaleras, y se llevaron las máquinas tragaperras”, lo que lleva consigo unas pérdidas de “unos cuantos miles de euros y muchos dolores de cabeza”.

Resignado, nuestro protagonista comenta que, “siguen pasando los años y no hay una solución a este problema”, y es que “esta vez me toco a mí, y otro día al de la gasolinera, y al siguiente al de la panadería”, y lo peor, “es que parece que no se puede hacer nada”.

En ese aspecto, añadió que “la Guardia Civil y la policía hacen lo que pueden, pero cuando llegan a juicio estos personajes, no los pueden condenar por falta de pruebas”, lamentando que “las leyes protegen a los chorizos y no a los que trabajamos”.

A pesar de la situación tan desagradable, Elías Pérez destacó con cierto humor que, “por lo menos, no llevan pistolas”.

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