SOCIEDAD

Carlos Tarife vigilará en persona a quienes tiren la basura fuera del contenedor en Santa Cruz

El concejal de Servicios Públicos se sentará en una silla en los 28 puntos negros de vertidos detectados en la capital

Daniel Pinelo

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Un concejal sentado a una silla para vigilar a quienes tiren la basura por fuera del contenedor. Es la imagen que podrán ver los chicharreros a partir de la semana que viene en las calles de Santa Cruz de Tenerife. El primer teniente de alcalde y edil de Servicios Públicos, Carlos Tarife, quiere acabar con los 28 puntos negros detectados a lo largo y ancho del municipio donde, pese a haber islas de contenedores para separar los residuos, no se está respetando la ordenanza por comportamientos incívicos.

Tarife comenzará en Añaza. Concretamente, en la avenida Luis Celso Guadalupe, número 5, a las 19:00 horas. Se sentará en una silla junto a los contenedores, acompañado de un grupo de inspectores, con el fin de “generar conciencia y acabar con estas actitudes”.

Lo ha contado el propio concejal este miércoles en los micrófonos de Herrera en COPE Tenerife. “No podemos seguir mirando para otro lado, porque hay un grupo de vecinos que de manera deliberada se sigue tirando la basura en una acera o un parterre, donde no hay contenedor”, ha señalado.

El edil no entiende por qué una minoría de vecinos no cumple con las normas: “Si me dijeras que el Ayuntamiento no pone contenedores o que están lejos, pues sería culpa nuestra, pero en algunos puntos esos contenedores están a 10 o 15 metros de donde se está dejando la basura”. Una situación que “no solo afea el entorno, sino que crea problemas de salubridad, con la proliferación de ratas, cucarachas y moscas, y además, no se recicla”.

“Lo anunciaré igual que se anuncian los radares”

Carlos Tarife no aparecerá de sorpresa en los puntos negros. “Lo voy a ir anunciando igual que la Policía Local anuncia cada día dónde se ubica el radar de tráfico”, explica, añadiendo que su misión será “informar y decirle al vecino que existe una isla de contenedores y que recicle bien”.

El concejal no quiere multar, solo avisar, pero si son reincidentes no le quedará más remedio: “Lo último que nos gusta es poner la multa, que van desde los 2.000 euros, pero si persisten, evidentemente habrá sanción”.

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