SANIDAD

Cuatro años desde el estado de alarma: ¿nos hemos vuelto mejores personas?

El jefe de a sección de Epidemiología del Gobierno de Canarias, Amos García, responde que no

Bryan Estupiñán

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Este 14 de marzo se han cumplido 4 años del estado de alarma, y del consiguiente confinamiento por la pandemia de la COVID-19. En aquel entonces, surgía la gran pregunta sobre si la situación provocaría que la sociedad mejorara, o si, por el contrario, la cara visible de los aplausos en los balcones a las 19:00 de la tarde, fue motivado por un simple postureo que únicamente siguió la corriente de lo que se hacía en otras partes del territorio nacional.

¿Somos mejores personas después de la pandemia?

Esa respuesta la tienen los propios sanitarios, y por este motivo, Amós García Rojas, jefe de la sección de Epidemiología del Gobierno de Canarias, lo recuerda como si fuera ayer. Sobre todo, la sensación que producían los aplausos. Sin embargo, no deja de ser un espejismo, si se tiene en cuenta que en el presente, Canarias se encuentra a la cabeza de las comunidades autónomas con más agresiones al personal sanitario.

Unos datos que vienen dados porque "algunos impresentables" han contribuido creando situaciones de conflicto innecesarias, que acaban en una "bofetada" por cumplir con su trabajo. Por poner un ejemplo, ha ocurrido que alguna agresión se ha originado por establecer un criterio de que pacientes más graves que otros, sean atendidos con prioridad. Un claro síntoma de que la empatía no entra en la lógica de los agresores.

Otros sanitarios opinan al respecto

Además del jefe de Epidemiología, una farmacéutica y enfermeras del Servicio Canario de Salud, recuerdan perfectamente cómo se sentían con los aplausos. Afirmando que para ellas, en ese momento fueron las protagonistas, y cuyo apoyo de la gente, las motivaba a seguir trabajando aunque las fuerzas faltaran. No obstante, 4 años después, la sociedad parece haberse olvidado de los trabajadores, denotando una pérdida de respeto por sus profesionales. Aquellos que, en su día, lucharon contra todo pronóstico por revertir una situación que tenía, literalmente, parado el país.

No olvidemos que, durante la etapa más dura de la COVID-19, a más de un médico, enfermero, o auxiliar, se le pedía mediante comunicados de ascensor si podían vivir en otro edificio para que no transportaran el virus desde el hospital. Entonces, ¿somos mejores personas desde la pandemia? Definitivamente, no.