SOCIEDAD

90 familias de Tenerife se enfrentan a un desahucio inminente: "Viviremos en la playa"

Las autoridades reconocen que no encuentran ninguna solución habitacional para las más de 200 personas afectadas

Daniel Pinelo

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cerca de 210 personas están abocadas a vivir en la calle a partir de este 12 de marzo, cuando sean desalojadas de los edificios abandonados que okupan actualmente en Costa del Silencio, en Arona.

Se trata de dos inmuebles sin terminar que, según un informe de Urbanismo, presentan problemas estructurales en su construcción y riesgo de derrumbe. La situación es crítica porque se trata de 90 familias con vulnerabilidad y sin alternativa habitacional.

Entre los afectados hay refugiados ucranianos, recién nacidos, dependientes, personas con discapacidad, embarazadas y gente mayor. Juan, uno de ellos, cuenta a COPE con resignación que está abocado a vivir en la playa: “¿Qué hago? No tengo familia aquí ni a donde ir. ¿Me meto en un banco, en un portal o en el Ayuntamiento?”.

“Vale que no haya hoteles, ¿pero no hay un pabellón donde habilitar a la gente? Somos personas, hay niños, animales... un vecino con una pensión de 300 euros y discapacidad que depende de su hermana... ¿Dónde va a vivir? Un señor que necesita una máquina para respirar... ¿Van a dejar que se muera en la playa?”, se pregunta Juan.

Iris y su pareja están en una situación parecida, pero que se agrava porque tienen una hija de seis años que, según cree, será recogida por Servicios Sociales. “Si me quedo en la calle, lo primero que hará será quitarme a la niña”, lamenta. Actualmente en paro, trabajaba como camarera de piso. Su marido es ayudante de cocina, pero con lo que cobra no pueden permitirse un alquiler por lo tensionado que está el mercado inmobiliario en el sur de Tenerife.

Los okupas se han encargado durante estos años de hacer los edificios algo más habitables. “Estaban llenos de basura, con pintadas, las paredes rotas, no tenían ni ventanas...”, enumera Iris. Juan, por su parte, se pregunta por qué las autoridades no se han encargado de apuntalar la estructura si había riesgo de derrumbe: “También lo podían haber tirado en su momento”. Por eso, cree que el desalojo continuará con una reforma de los edificios que permita su venta.

Sin solución

El Ayuntamiento de Arona dice que lleva un mes “intentando buscar soluciones, pero a día de hoy no la tenemos, no te voy a engañar.” “Mañana vamos a tener un grave problema, pero tampoco sabemos a qué nos enfrentamos, porque tenemos un censo de 30 personas y me consta que hay más”, advierte la concejala de Servicios Sociales, Ruth Martín.

La edil admite que tenían “la esperanza” de conseguir un aplazamiento del desahucio, pero el abogado les ha comunicado que el desalojo será “inminente”. “Hemos movido cielo y tierra, movilizando al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife, estamos intentando rascar plazas alojativas en algún hostal, pero no encontramos”, insiste.

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