La inflación ahoga a las familias canarias

La crisis inflacionista sin precedentes que estamos sufriendo como consecuencia de la invasión de Ucrania, está afectando a muchas familias canarias. Y como siempre, los que menos tienen, son los que más pagan las consecuencias. Una situación que pueden constatar de los servicios sociales de numerosos ayuntamientos en el archipiélago, que han visto como las solicitudes de ayuda se han multiplicado en los últimos meses, hasta el punto de colapsar los recursos.

Una situación muy parecida a la que viven ONG como Sonrisas Canarias, cuyo presidente Luis Febles, ha reconocido hoy en La Mañana de COPE Tenerife que “la crisis económica se está notando muchísimo, y nos está llegando gente que incluso tiene un trabajo y un sueldo, y familias que no venían desde la crisis de hace 12 años”.

Las cifras de Sonrisas Canarias hablan por sí solas: “Nuestro volumen de familias que ayudamos ha crecido un 18%, son 340 familias nuevas en lo que va de año. Teníamos una media anual de 12.000 personas atendidas al año y este año superaremos de la largo las 13.000”.

Y lo peor es que como destacaba Febles “ahora viene un invierno que va a ser muy duro, lo que nos ha obligado a adelantar las campañas navidad, para ver soluciones, y empresas que puedan colaborar con nosotros”.

El presidente de Sonrisas Canarias se sinceró confesando que “vivimos experiencia muy duras, como el otro día, que fuimos a llevar comida a una familia que vivía en Fasnia en un barranco, y otra en un furgón abandonado. Vemos familias en situaciones de absoluta precariedad, con padres que no comen para dejar la comida a sus hijos”.

Por último, y cuestionado sobre la iniciativa de una lista cerrada de productos en la que ha venido trabajando la vicepresidenta del Gobierno de España Yolanda Díaz, Febles afirmó que “a nosotros nos parece un desastre, porque las empresas quieren dar salida a productos próximos a caducar y otros que no son básicos”. En su opinión, “la ministra a debería venir para que vea la situación con sus propios ojos. La realidad es que muchos productos han duplicado y triplicado los precios, incluidas las marcas blancas”.