ECONOMÍA

Las camareras de piso denuncian que la reforma laboral les ha perjudicado gravemente

Las kellys hablan de "explotación increíble" y "sobrecargas de trabajo" porque algunas empresas no quieren contratar más personal indefinido

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La reforma laboral aprobada en el Congreso de los Diputados el pasado mes de diciembre no ha sido bien recibida por el colectivo de las camareras de piso. Este instrumento jurídico, que tenía entre sus principales objetivos el de acabar con los abusos de temporalidad, dando prioridad a la contratación indefinida, se ha vuelto en contra de uno de los colectivos laborales más desprotegidos y vulnerables, el de las denominadas “kellys”.

Así lo ha puesto de manifiesto hoy en La Mañana de COPE Tenerife, la presidenta de Kellys Unión Tenerife Mónica García, que ha denunciado que algunas empresas del sector, aprovechan este nuevo marco jurídico para “sobrecargar de trabajo a los empleados que tienen, ya que se ahorran el contratar los que realmente necesita”. La realidad, denuncia la representante de las kellys, es que “con la nueva reforma laboral, no les conviene hacer contratos fijos, y explotan a las trabajadoras que están”.

Las camareras de piso quieren denunciar que “todo ha vuelto a su curso tras la pandemia, y lamentablemente tenemos que decir que nuestras condiciones de trabajo han ido a peor”. Por eso, insisten en que la opinión pública debe saber que “las cosas ha empeorado muchísimo en cuanto a la sobrecarga de trabajo, ya que ahora la reforma laboral obliga a hacer contrataciones fijas y por eso nos sobrecargan más todavía, con una explotación increíble”.

En ese contexto la presidenta de Kellys Unión Tenerife manifiesta que se sienten “absolutamente desprotegidas, ya que a nosotras no nos ha venido nada bien la reforma laboral, y de las pocas cosas que pedíamos no se nos ha concedido ninguna”.

La realidad, denuncia García, “es que los mismos sindicatos que nos quieren ayudar, nos han traicionado”. Además, confiesa que “hemos hablando con Yolanda Díaz en el Gobierno de España y no hemos visto ninguna ayuda, y con el Gobierno de Canarias nos reunimos hace tiempo, y nos quieren para la foto, pero luego no servimos para más nada”.

Este nuevo escenario, implica que “ahora mismo una camarera de piso puede hacer entre 20 y 25 habitaciones al día”, con el condicionante de que “la jornada laboral es de 8 horas, pero si no terminas esas 25 habitaciones en ese tiempo tienes que quedarte”.

Las consecuencias para la salud llegan “a corto y a largo plazo, con mujeres que no se han podido recuperar. Yo misma tengo una lesión de disco cervical desfragmentado, de tirar de camas y mover muebles”.