SOCIEDAD
Loro Parque Fundación lleva a cabo un proyecto para la protección del loro migrador
Esta especie puede viajar hasta 5.000 km desde sus áreas de cría en Tasmania, hasta sus zonas de hibernación en el continente australiano
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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El loro migrador es una pequeña ave migratoria que se alimenta del néctar de la variable y efímera flor del eucalipto. Se distribuye a lo largo del sur de Australia y sobrevuela el mar para anidar en los bosques de la costa este de la isla de Tasmania y otras pequeñas islas cercanas.
En 2010 Loro Parque Fundación inició un proyecto de investigación sobre la biología de reproducción y el comportamiento migratorio de este loro, con el fin de obtener información esencial para la conservación de esta especie en peligro crítico. Su situación de vulnerabilidad en la naturaleza se debe al continuo descenso de su población, que actualmente cuenta con entre 1000 y 2500 ejemplares en la naturaleza. Esta reducción de su población es debida a la pérdida del hábitat, tanto en los lugares de incubación como en los de migración.
Cuando el loro migrador se reproduce, casi siempre está asociado a la floración del eucalipto azul y el ecualipto de pantano, en el sureste de Tasmania. Por ello cualquier alteración en los patrones de floración o la pérdida de este hábitat, puede afectar gravemente a esta especie.
El loro migrador puede viajar hasta 5.000 km desde sus áreas de cría en Tasmania, hasta sus zonas de hibernación en el continente australiano, lo que hace que su migración sea la más larga emprendida por cualquier loro en el mundo.
En declaraciones a COPE CANARIAS, Rafael Zamora, director científico de Loro Parque Fundación ha destacado como este loro hace paradas en ese largo periplo y de ahí la relevancia de encontrar alimentos como las flores y el néctar de los que se nutre en el viaje. "Que la vegetación y que los ecosistemas estén saludables en el camino es muy importante. En ocasiones queremos reforestar una parte concreta y no se trata de hacer un parche con comida en un sitio, tiene que haber una riqueza de ecosistemas a lo largo de todo el trayecto, en todos los lugares es importante que los hábitats estén sanos ", ha subrayado.
Se comprobó, sorprendentemente, que la amenaza principal a la que se enfrenta esta especie es la depredación por parte del Petauro del azúcar (Petaurus breviceps), un pequeño mamífero marsupial de hábitos nocturnos endémico de Australia y Nueva Zelanda, pero introducido a lo largo del siglo XIX en Tasmania. Los loros migradores son capaces de defenderse de la mayoría de ladrones de huevos, como por ejemplo aves rapaces, eligiendo pequeñas entradas en los agujeros de sus nidos. Sin embargo, las cámaras trampa han mostrado como el petauro depreda de manera voraz sobre los nidos del loro migrador, produciendo en la mayoría de los casos la muerte de la hembra, además de los huevos. Los investigadores han podido determinar que la tasa de éxito de los nidos se reduce un 80% en las poblaciones de Tasmania, en donde hay depredación por el petauro, con respecto a las pequeñas islas cercanas donde no se ha detectado la presencia de este depredador.
Los depredadores introducidos son una grave amenazada para las especies nativas de todo el mundo, ya que estas no poseen estrategias de defensa frente a las nuevas amenazas. Los loros miradores parecen haber caído en lo que se conoce como una trampa ecológica, ya que, aunque existen otros lugares donde los eucaliptos azules y de pantano también florecen, la población de loros migradores claramente prefieren nidificar en lugares donde hay más floración, aunque estas zonas estén invadidas por depredadores.
Las acciones de conservación del loro migrador se enfocaron en el manejo de los depredadores introducidos, con el fin de determinar las perspectivas de supervivencia de las hembras adultas y el éxito de la incubación.
Zamora ha explicado como Loro Parque Fundación ha tenido desde 2010 un papel crucial a través de apoyo financiero y técnico con "cámaras infrarrojas para conocer las especies depredadoras y drones para supervisar los puntos de anidación sin molestar al periquito".
A su vez el uso de nuevas tecnologías permitió mejorar el estudio de los patrones de migración y nidificación. Este proyecto usó por primera vez los drones, Vehículos Aéreos No Tripulados (UAV por sus siglas en inglés), que permitió seguir las aves migratorias largas distancias, de manera más eficaz y versátil.
Al igual que otras muchas especies de loro, la principal amenaza para el loro migrador es la pérdida, fragmentación y alteración de su hábitat, que tiene lugar tanto en sus áreas de reproducción como de invernada.