SANIDAD

Preocupación en AMATE: “Sí, definitivamente se están retrasando los tratamientos de radioterapia”

Desde la Asociación del Cáncer de Mama de Tenerife se unen a la denuncia por la falta de aceleradores lineales en el Hospital La Candelaria

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Continúa la polémica sobre la falta de aceleradores lineales para los tratamientos de cáncer con radioterapia en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. Por el momento, este hospital de tercer nivel que tiene que dar servicio a toda la población de la capital de la isla, y a todos los municipios de la zona sur, cuenta con cuatro aparatos, de los que dos se encuentra fuera de uso por haber quedado obsoletos.

Los dos nuevos aceleradores de sustitución ya están en la isla, pero hasta septiembre no podrán entrar en funcionamiento, ya que necesitan un periodo de calibración. Esta situación ha provocado que la defensora del paciente Carmen Flores, haya puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, ya que como afirmó en COPE, esta situación está afectando “definitivamente al tratamiento de pacientes con cáncer”.

En cualquier caso, la gerente del centro hospitalario Natacha Sujanani, negó este extremo, argumentando que se ha puesto en marcha un plan de contingencia para que los pacientes no se vean afectados.

Así las cosas, desde AMATE, la Asociación del Cáncer de Mama de Tenerife, se ha confirmado este martes, que “sí, tajantemente, hay pacientes que están sufriendo retrasos en su tratamiento”, además de que “otras están siendo derivadas al Hospital Universitario de Canarias”. La psicóloga de la asociación Claudia Héctor Moreira ha denunciado en La Mañana de COPE Tenerife el empeoramiento que algunas pacientes han experimentado, después de que “se les diga que en 3 o 4 semanas van a comenzar su tratamiento de radioterapia y después se les retrasa pasando los meses sin una solución”.

La psicóloga ha insistido en las consecuencias que esto tiene, “con un claro empeoramiento desde el punto de vista psicológico” ya que, las pacientes, “están generando muchísima ansiedad por su deseo de cerrar un ciclo”. En ese sentido, añadió que “no pueden hacer planes, porque esto les impide avanzar a la espera de una llamada telefónica” por lo que esta situación, “afecta definitivamente a su calidad de vida”

De esta forma, la portavoz de AMATE lo tiene muy claro: “La realidad es que no se satisfacen las demandas de los pacientes de proceder a su tratamiento cuando estaba pautado”.

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