La reacción de un ingeniero de 26 años que no se puede emancipar: “Con mi sueldo es imposible"

Los jóvenes de Canarias lo tienen cada vez más difícil para emanciparse y comenzar un proyecto de vida, ya sea en pareja o de forma individual. Esta percepción evidente, que está en boca de todos, ha quedado contrastada con los datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, que ponen de manifiesto que los jóvenes de Canarias necesitan dedicar el 105 % de su salario para poder emanciparse alquilando una vivienda, que se lleva cada mes, como promedio, su sueldo completo y 54,29 euros más.

Según este estudio, solo uno de cada cinco jóvenes de las islas (el 19,1 %) ha podido emanciparse en el último año, una situación que se traduce en que mucho de ellos, deben continuar en el hogar familiar hasta superados los 30 años, a pesar de contar con un trabajo y un sueldo estable.

Javier Gómez es uno de esos jóvenes. Graduado en Ingeniería Informática, con 26 años, Javier trabaja en una empresa de desarrollo de videojuegos. Sin embargo, la coyuntura económica actual, y los altos precios de la vivienda en Canarias, le impiden comenzar su vida de forma independiente y marcharse de casa de sus padres. El principal obstáculo, según ha detallado, “es el precio de la vivienda, que, de momento, es imposible para mí”.

La única salida “emanciparse con varias personas, compartiendo piso”

Nuestro protagonista confiesa que a pesar de poseer un grado universitario como el de ingeniería informática “que muchos abandonan por su dificultad”, y de haber cursado un máster, lo cierto es que su sueldo “supera el salario mínimo por muy poco”. Por ello, confiesa con resignación que “la única manera de tener un sueldo decente con lo que yo he estudiado, es hacer una oposición, marcharte a otro lugar, o teletrabajar para una empresa extranjera”. En cualquier caso, espera algún día, “ascender en mi empresa, y tener unas mejores condiciones que le permitan independizarse”.

Así las cosas, Javier ve como única salida “emanciparse con varias personas, compartiendo piso”, porque “en pareja ahora mismo es imposible con los sueldos que tenemos”. Y en ese sentido, hace un claro llamamiento a la clase política y a las instituciones públicas: “Yo le pediría que adopten políticas para que las empresas puedan invertir más aquí, y que así se generen más puestos de trabajo mejor remunerados y con mejores condiciones”. Además, “también naturalmente les diría que tomen medidas para controlar el precio de la vivienda, para evitar la especulación de precios con personas que vienen de fuera”.