El Tenerife justifica en el alto número de movimientos del mercado la cifra de comisiones

Muchos fichajes y muchas renovaciones. Así explica el CD Tenerife la cantidad de 1.259.800 euros en concepto de “honorarios a agencias e intermediación” que aparece reflejada en las cuentas del ejercicio 23/24. Se considera exagerada la reacción ante el conocimiento de esta cantidad porque tiene “una explicación contable muy clara”.

La continuidad de José León, Álex Corredera, Waldo Rubio, Nikola Sipcic, Aitor Sanz o Enric Gallego supondría, según fuentes del consejo de administración de la entidad blanquiazul, un incremento considerable con respecto a anteriores ejercicios. A esto hay que añadir las contrataciones de José Amo, Roberto López, Fer Medrano, Ángel, Bodiger, Luismi Cruz, Tomeu Nadal, Loic Williams, Yanis Rahmani o Álvaro Jiménez.

No obstante, la cifra sigue resultando llamativa si se compara con temporadas anteriores. Por supuesto con los 188.300 de la 22/23. Pero incluso con los 599.800 de la 21/22 o los 235.200 de la 21/22. Desde el CD Tenerife se entiende el debate sobre la conveniencia o el acierto de este gasto, pero no las dudas generadas sobre la limpieza de estas operaciones.

También se considera lesiva la operación Mo Dauda, cuyo traspaso completo (410.000 euros) se imputa de forma completa en estas cuentas. El motivo es que el jugador ghanés jugó cedido su primera campaña como blanquiazul. Es un razonamiento ya esgrimido por José Miguel Garrido en anteriores ocasiones y que señala directamente a Juan Carlos Cordero.

El sobrecoste en las renovaciones de futbolistas con contrato en vigor a los que convenció directamente el máximo accionista o el incremento salarial de algunas incorporaciones desnudan el desacierto en una gestión que emperó la clasificación de la temporada anterior y que va camino del desastre más absoluto en la actual.