Bajada El Hierro

El Hierro prepara la Bajada de la Virgen más íntima

Todavía no está claro cómo se trasladará a la Madre Amada a Valverde y qué actos permitirán en su momento las autoridades sanitarias

Bajada Virgen de los Reyes El Hierro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La pandemia de coronavirus que azota el planeta desde hace más de un año ha conllevado el cambio en los hábitos de vida y muchas restricciones a la movilidad y la aglomeración de personas, lo que ha afectado también a las procesiones y otras manifestaciones religiosas.

De hecho, el verano pasado ya se suspendieron en La Palma las Fiestas Lustrales por las que cada cinco años se celebra la Bajada de la Virgen de las Nieves que también pretende celebrarse este verano con medidas restrictivas.

En 2021 le toca el turno a la Bajada de la Virgen de los Reyes, en El Hierro, que cada cuatro años sale de su santuario en La Dehesa y transita en peregrinación por los caminos de la isla, custodiada al paso por bailarines tradicionales, tambores, pitos y chácaras.

En una isla en la que muchas veces el tiempo se mide por Bajadas —muchos herreños vuelven cada cuatro años a la isla, algunos desde América incluso, para reencontrarse con la Madre Amada—, la septuagésima edición se presenta este año con muchas incertidumbres debido a la pandemia de coronavirus y por qué no decirlo, también con más tristeza, sin el júbilo con el que los años de Bajada impregnan la isla.

Por mandato del Obispado de Tenerife, la Bajada se celebrará el 3 de julio pero de forma "no habitual", sin concentración de personas ni peregrinación, pero con una fórmula que permita cumplir el Voto que los herreños establecieron en 1741.

De hecho, el 2 de enero se realizó el tradicional izado de bandera banca de la Virgen que determina que El Hierro se encuentra en año de Bajada, en esta edición con el lema Bajo tu amparo nos acogemos, aunque aún no está claro como va a ser el traslado de la imagen de la Virgen de los Reyes.

Airam Expósito, arciprestre de El Hierro y párroco de la Concepción de Valverde comenta a Europa Press que aún "no se puede avanzar nada" sobre el formato de la festividad, pero deja claro que lo que se haga se decidirá "conjuntamente" con el Cabildo y los ayuntamientos.

"Lo que es seguro es que la Virgen se trasladará a Valverde de modo atípico y estará ahí hasta el 7 de agosto", señala, si bien no oculta que hay "muchas hipótesis y conjeturas", y hay que "esperar" a la evolución sanitaria y las decisiones que puedan tomar también las autoridades civiles.

Expósito sí cree que, pese al impacto de la pandemia, "es necesario" cumplir con el Voto herreño de trasladar a la Virgen desde La Dehesa porque "la gente ha sufrido" y algunas personas, incluso, tienen "cierto temor" a desplazarse hasta el santuario, pero la imagen no 'viajará' hacia los pueblos y, en principio, los santos patrones de cada uno de ellos tampoco acudirán a la Villa.

"Es como si no existiese Bajada, se lamenta un bailarín en El Pinar

Dionisio Padrón, de los bailarines de El Pinar, admite que "mucho tendría que mejorar" la situación sanitaria para que pueda salvarse algo de la fiesta, porque ahora "es como si no existiese la Bajada", cuando en un año normal hay muchos actos y las calles respiran un ambiente especial.

"En un año de Bajada ensayamos dos veces al año y ahora la preparación es individual porque ni siquiera nos podemos reunir para ensayar. No nos han comunicado nada, no hay nada claro, no sabemos nada y la gente está pendiente de qué se podrá hacer", admite en un tono de cierta desmotivación.

Dionisio, con 58 años, se había planteado dar el relevo y afrontar su última Bajada pero ,ante este revés, se plantea alargar la experiencia cuatro más, "como si fueran unos Juegos Olímpicos", ironiza.

El presidente del Cabildo, Alpidio Armas, señala que la corporación está "a disposición" de lo que determinen las autoridades religiosas y sanitarias, aunque admite que "no puede haber celebraciones multitudinarias".

El turismo no da la espalda

Armas sostiene que las medidas restrictivas se mantendrán casi seguro en la Subida'—prevista para el 7 de agosto y que cubre el camino a la inversa, desde Valverde a La Dehesa— y sostiene que "no es posible" ni siquiera hacer celebraciones para la gente de la isla cuando están limitados los encuentros sociales.

"Nosotros estamos a lo que nos digan", subraya, pues en una edición normal, el Cabildo se encarga de coordinar toda la logística necesaria para coordinar un despliegue masivo de estas características en el que la población de la isla se multiplica por cuatro.

"A todo el mundo le gustaría que se hiciera la Bajada como es habitual, pero la gente es consciente y nadie protesta, no es posible que nos juguemos la vida", ha señalado.

Ante el auge turístico que ha tomado la isla en los últimos años a raíz del impulso de la serie 'Hierro' y las ventajas de un destino insular y pequeño como garantía anti COVID, el presidente no teme que esta Bajada atípica frene el turismo, aunque tratarán de organizar algunas actividades en julio y agosto para "hacer atractiva" la isla.

"No hemos pensado en ninguna promoción, estamos a expensas de la pandemia", comenta, aunque resalta que el verano pasado fue el mejor en muchos años, con un "lleno" casi total.

Máyuri Castañeda, delegada de Ashotel en la isla, coincide con Armas y señala que las reservas no se han caído pese a que la Bajada no será la habitual. "Los clientes me dicen que, aunque no haya Bajada, van a venir", señala.

Así, comenta que la isla lleva "cuatro años muy bien", especialmente entre julio y septiembre, que se consolida como una temporada muy fuerte, y a poco que se controle la pandemia, cree que este verano será igual, "haya Bajada o no".