Cierran cines, se apaga la cultura

Escucha ya el editorial de Guillermo García en La Mañana de COPE Tenerife

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Miren debo reconocer que mucho hemos hablado en los últimos meses de las consecuencias económicas de la pandemia en el sector de la restauración, de la hostelería del comercio, de empresariado en general y muy poco del cine. Una actividad que es cultura y que mueve miles de puestos de trabajo entre lo que es la industria en sí, con productoras que en los últimos años han rodado varias películas en Canarias, pero sobre todo también con salas de exhibición, de las que de forma directa o indirecta también depende la economía de muchas familias.

Viene todo esto a colación, porque un grande del sector de la exhibición cinematográfica en España, Yelmo Cines, ha anunciado que cierra todas sus salas de, salvo las de Madrid, incluyendo las dos que tiene en Tenerife, en el Centro Comercial Meridiano en Santa Cruz y en el Centro Comercial La Villa en la Orotava. Y esto es amigos, sin lugar a dudas, una muy mala noticia, porque como digo, están en juego muchos puestos de trabajo directamente en la propia empresa e indirectamente en establecimientos de restauración cuya actividad está muy ligada al público que acude a las salas de cine. Y la verdad, poco o nada he escuchado en referencia a posibles ayudas al sector.

Y es que, ¿A ustedes no les pasa que cuando cierra una sala de cine es como si nos quitaran un trocito de nuestra vida? Yo por ejemplo, jamás podré olvidar cuando con solo 8 añitos vi volar a Superman por primera vez al ritmo de la música den John Williams en aquel inmenso cine Greco de nuestra capital. O cuando Bruce Willis intentaba salvar al Nakatomi Plaza en la Jungla de Cristal en aquella azulada sala uno de los Multicines Oscar. O cuando en la sala 3, la más grande, de esos Multicines Oscar cuyo edificio existe todavía en la Av. De Bélgica de Santa Cruz, tuve mi primea cita con una chica en el instituto…

Sí amigos, el cine forma parte de nuestra vida, y cuando cierra uno, algo se pierde de todos nosotros. Este que les cuento es un cierre temporal, marcado por la ausencia de espectadores en esta pandemia que nos ha tocado vivir, pero espero que también las autoridades tomen nota, para que ese cierre no sea en ningún caso definitivo.