Inmigración: ¿Qué podemos hacer para que nos hagan caso?
Escucha ya el editorial de Guillermo García en La Mañana de COPE Tenerife
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Miren debo decirles que ando bastante indignado con las últimas palabras del ministro José Luís Escrivá aquí en la Cadena COPE. Y es que el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, espera estabilizar en 7.000 el número de migrantes irregulares en Canarias y distribuirlos entre cinco islas del archipiélago, además de abrir nuevos centros de acogida como alternativa a los hoteles que se están utilizando en la actualidad.
En la mente del ministro y en las intenciones del Gobierno de España, parece que la prioridad es hacinar los migrantes en Canarias, dejando en un segundo plano la solución real al problema, que es derivarlos hacia territorio continental europeo.
Estas personas que huyen de la pobreza en sus países, se les recluye en campamentos, en un lugar donde no hay oportunidades laborales para ellos. Somos los canarios lo que tenemos de pagar el pato, cargando la responsabilidad de manera arbitraria e injusta sobre municipios, como en nuestro caso, San Cristóbal de La Laguna.
Desde el consistorio de Aguere, se está haciendo todo lo humanamente posible para que estas personas puedan estar en las mejores condiciones, pero no nos engañemos, esta no es una solución adecuada de ninguna forma.
Piénselo por un momento: estos migrantes en su mayoría, proceden de instalaciones hoteleras y apartamentos del sur de Gran Canaria, y los vamos a meter en el cuartel de Las Raíces, en la carretera de La Esperanza, con el frio que puede hacer allí de noche y mas estos días que viene un temporal. Y esto no es ni una gracia, ni una anécdota.
Pónganse en ese contexto con cientos de jóvenes de 20 años, con vitalidad, y que necesitan cierta actividad. ¿Veremos las imágenes de estos migrantes deambulando por la carretera de La Esperanza como hemos visto en Gran Canaria? Me temo que sí.
Y en el fondo, lo que aquí subyace es una tremenda insolidaridad y falta de sensibilidad del Gobierno Central con Canarias. Ni Escrivá, ni Marlaska, ni sus compañeros de ejecutivo comprenden la realidad de este archipiélago. Esa es la puñetera realidad.