Cenas de Navidad y el "a que no hay...." del cuñado

Miren los Estados Unidos, han comunicado la cifra de 3103 muertos en los últimas 24 horas a causa de la COVID-19, siendo su cifra más alta de fallecidos, desde que comenzó la pandemia. Un aumento que causalmente, que no casualmente llega justo dos semanas después de la reunión familiar por antonomasia para los americanos, el día de acción de gracias. Ese día que vemos en todas las películas de Hollywood y que para ellos es al parecer, bastante más importante incluso que la navidad.

Supongo que ya habrán adivinado porque les cuento todo esto ¿no? Ya han visto lo que han supuesto las reuniones familiares para los americanos, ahora, ¿Qué se supone que vamos a hacer nosotros en las próximas fiestas de navidad, fin de año y reyes? ¿Se van a reunir de verdad 15 a cenar en casa de su madre o del tío Manolo violando todas las normas y las recomendaciones sanitarias? ¿Van a acabar claudicando cuando su cuñado les diga, “venga hombre que no pasa nada, que nadie se va a enterar…?

Las cifras en Tenerife empiezan a ser alarmantes amigos, y las consecuencias ya las estamos viendo. De momento nos prolongan el toque de queda hasta el día 19 de diciembre, y prepárense para lo que llega en navidades. Pero tal y como era fácil de prever, las consecuencias para la economía han ido a un paso más allá. Ayer el Reino Unido, anunció que saca a Canarias, a todo el archipiélago, de los corredores seguros para visitarnos, o lo que es lo mismo, el inglés que se atreva a venir, tendrá que pasar una cuarentena.

Un nuevo golpe, uno más, durísimo para nuestra economía que hace que la patronal del sector pida ya un rescate en toda regla al Gobierno de España. ¿Y todo por qué? Porque la población de Tenerife no ha hecho los deberes. Y no piensen solo en las autoridades, que también tienen su parte alícuota de responsabilidad. Piensen en nosotros, en ustedes en los ciudadanos de a pié, que entre todos tenemos que poner de nuestra parte.

Lo de los americanos creo que es un ejemplo muy grafico y desde luego vale la pena reflexionar sobre ello.