Pandemia, UCIS y pasotismo

Miren el personal sanitario está empezando de nuevo a estar al límite de su capacidad. Así por lo menos nos lo manifiestan médicos y enfermeras, en los testimonios de recabamos en antena y fuera de antena. Esta mañana las gerentes de los dos principales hospitales de este archipiélago, han reconocido en COPE Canarias que estamos ante un claro repunte en cuanto al numero de pacientes en UCI, en las que además, se están viendo personas mucho mas jóvenes.

Los datos, después de la Semana Santa, están ahí, y ayer conocíamos que en la última semana, solo en Tenerife hemos tenido 61 brotes diferentes del total de 121, en solo 7 días en el archipiélago.

Este escenario, ha llevado incluso, a que algunos profesionales sanitarios hayan solicitado el paso de nuestra isla a nivel 4 de restricciones. Escuchen a Cati Darias del Intersindical Canaria en el HUC.

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Vamos a ver. Yo no tengo claro que se estemos en parámetros de nivel 4 en las islas capitalinas y eso en cualquier caso, lo tendrá que decidir el consejo de Gobierno, que por cierto se reúne en el día de hoy, y ya nos informarán esta tarde. Pero lo que sí sé, es que entiendo y comparto el enfado y la desesperación y la presión que sienten los profesionales del sector sanitario, que han llevado el peso de esta pandemia desde hace un año, y que tienen que sufrir como una parte de la población hace caso omiso de las indicaciones de las autoridades sanitarias.

¿Quieren que les dé más datos? En los hospitales de nuestra isla, se estima que hay un 21% de nuevos casos de cáncer que no se están diagnosticando por la incidencia de la pandemia, e igualmente está aumentado los casos de ictus, y accidentes vasculares por no tratar a los pacientes a tiempo ¿Sigo?

Miren es evidente, que la celeridad en la campaña de vacunación es un factor fundamentalísimo en todo esto que estamos hablando. Pero mientras tanto, la pelota está en nuestro tejado, en el del ciudadano a pie. Seamos responsables, hagamos caso a las autoridades y cumplamos las normas. Y si no, miren a la cara a los profesionales sanitarios y escúchenles, a ver si si alguno, por lo menos recapacita.