La tragedia de acabar con el estado de alarma

Miren ando dándole vueltas al punto final al estado de alarma, que el Gobierno de España, presidido por Pedro Sanchez, pretende llevar a cabo el próximo 9 de mayo, fecha que está a la vuelta de la esquina. Y la verdad, inmersos de lleno como estamos en una cuarta ola, con profesionales sanitarios que en Canarias, que han pedido estos días que se aumente el nivel de restricciones a cuatro en las islas capitalinas, no logro entender como Sánchez y su ministra canaria de Sanidad, abogan porque decaiga el único instrumento jurídico válido para garantizar limitaciones de movilidad, de reunión o los toques de queda.

Estamos hablando de que sin ese estado de alarma, se produciría un caos jurídico, en el que las CCAA estarían atadas de pies y manos, con lo que, hasta que no hubiera una resolución judicial del TSJ correspondiente, podría por ejemplo, celebrarse fiestas sin limitación de aforo, y hasta altas horas sin limitación horaria posible.

¿Qué cómo definimos esta situación? No lo voy a hacer yo. Quiero que escuchen al presidente de la Sociedad Canaria de Medicina Intensiva, crítica y Unidades Coronarias, Sergio Martínez:

CORTE

Pues sí señores, sería una tragedia. Y lo dice un medico, que como muchos que hemos entrevistado en estos últimos meses, está viendo la realidad de las UCIS en Canarias, con pacientes más jóvenes, con un virus más agresivo, y con una pandemia cuyos parámetros de incidencia acumulada a 14 días no disminuyen en Canarias.

Nos lo han dicho tanto Amos García Rojas como Lluis Será Majem, dos de los principales expertos que tenemos en Canarias. El toque de queda, y los aforos, son dos medidas fundamentales, que todavía nos tienen que acompañar unos meses, hasta que la campaña de vacunación esté definitivamente encarrilada. Y sin el estado de alarma, de entrada no se podrán aplicar, y una vez que haya sentencia judicial, habrá CCAA con medidas restrictivas y otras sin estas medidas.

¿Tiene algún sentido todo esto? Ninguno. ¿Tiene razón de ser? definitivamente no. Queda poco amigos. En septiembre puede haber ya un alto porcentaje de la población vacunada. No creo que por esperar cuatro meses más, vaya a pasar nada, Sr. Sánchez.