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El agua de Granadilla sale amarilla: vecinos denuncian una situación insostenible

La comunidad de La Tejita exige soluciones tras ver cómo su agua es inconsumible

Bryan Estupiñán

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

La indignación de los vecinos de La Tejita ha llegado a oídos del Ayuntamiento de Granadilla. Sandra, una vecina afectada, ha denunciado a través de COPE Canarias que "el agua sale absolutamente amarilla" de sus grifos, duchas e inodoros. En su relato, describe la situación como "horrorosa" y asegura que la calidad del agua es "inconsumible", con tonos marrones en muchos casos. En sus pruebas, el agua presenta sedimentos que se acumulan en el fondo de los recipientes.

"Es absolutamente amarilla, con tonos marrones en muchos de los casos. Yo ya he hecho la prueba, se llenan cuencos de agua y si los dejas reposar un momento se ven hasta sedimentos en el fondo. Está sucia, o sea, el agua está sucia", explicó Sandra, quien no es la única afectada. Otros vecinos comparten su descontento, reclamando respuestas del consistorio.

Un compromiso que solucione el problema

Tras escuchar las quejas de Sandra, el programa de Herrera en COPE Tenerife se comprometió a contactar al Ayuntamiento. En respuesta, David Santos, portavoz del Grupo Socialista y concejal de varias áreas, reconoció que esta situación afecta a las zonas de La Tejita, Sotavento y Los Abrigos desde el año 2021. "Es verdad que con distintas intensidades, pero desde hace un tiempo, la situación se ha ido agravando", afirmó Santos.

Para abordar el problema, el pasado 14 de octubre se declaró una obra de emergencia para sustituir la tubería de agua potable en estas zonas. "Las obras comienzan esta semana. Estamos hablando de sustituir cuatro kilómetros de tubería", explicó Santos, quien también destacó que el agua que suministra actualmente es producto de una desaladora y que la tubería tiene más de 35 años. "Los sedimentos que esta vecina comenta son precisamente del hierro de esa tubería", añadió.

Un alivio temporal

Santos aseguró que, aunque la obra tomará meses, el Ayuntamiento ha habilitado cubas de agua en las zonas afectadas para que los vecinos puedan abastecerse de agua potable mientras se realizan los trabajos. "Es agua potable, pero con ese color y con ese sabor que tiene, no es agradable para ningún vecino", reconoció.

A pesar de las garantías sobre la potabilidad del agua, el concejal subrayó que no se recomienda su consumo ni para la preparación de alimentos. "Si por algún casual alguien bebe ese agua, un niño se bebe ese agua, que no entremos en pánico porque no le va a pasar nada. Es simplemente una cuestión de vista y de gusto", aclaró.

      
             
      

La preocupación por la calidad del agua en Granadilla se suma a un problema más amplio en la isla, donde muchas infraestructuras de suministro de agua han quedado obsoletas. "Es verdad que históricamente ese tipo de inversiones han sido las grandes olvidadas", concluyó Santos.