SOCIEDAD

Alerta en Canarias con el uso fraudulento de tarjetas de aparcamiento para personas con discapacidad: “La picaresca es absoluta”

La asociación “Queremos Movernos” pide soluciones, y que se dote a las policías locales de más medios

Plaza de aparcamiento para personas con discapacidad

Guillermo García

Tenerife - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

La picaresca se multiplica en Canarias en torno a las tarjetas de aparcamiento para personas con discapacidad. Un problema que perjudica gravemente a las personas que de verdad necesitan esas plazas de parking, que son usurpadas por conductores que no tienen ese derecho.

Y es que las trampas, son de todo tipo. Desde burdas fotocopias de la tarjeta original, que son utilizadas por amigos o familiares vulnerando la normativa, hasta hijos que siguen utilizando las tarjetas de sus padres indebidamente después de que estos fallecen, hasta simples folios con un sello falsificado del Gobierno de Canarias. Cualquier cosa vale para los más “listos” a la hora de ocupar una plaza de aparcamiento que nos les corresponde.

Así lo ha denunciado hoy en Herrera en COPE Tenerife, la portavoz de la asociación “Queremos Movernos”, Ana Mengíbar, que ha afirmado que “la picaresca es máxima, es absoluta”, no solo, “falsificando tarjetas, sino utilizando las originales”. Uno de los casos más repetidos, es “el de los hijos que siguen usando la de sus padres fallecidos”, a los que pide, “que se pongan en el lugar de las personas que de verdad las necesitan, igual que sus padres las necesitaron en su momento”. Nuestra protagonista insiste en que “esas plazas no son ni un privilegio, ni un capricho.

Mengíbar recuerda que estas conductas, “son un delito, porque se está suplantando la identidad de otra persona, y son las propias familias y amigos los que más cometen estas infracciones”. La portavoz de Queremos Movernos recuerda que una vez fallecida la persona, “la tarjeta hay que devolverla al Gobierno de Canarias”, estando prohibido que sus familiares puedan usarla. Al respecto, confesó que “cuando falleció mi padre, la funcionaria quedó asombrada de que cumpliera con mi obligación devolverla, porque la inmensa mayoría de las personas no lo hacen”. Además, relató que “mis dos hijos son ciegos, y si yo no voy en el coche con ellos, no se me ocurre utilizar la tarjeta”.

Tarjeta de aparcamiento

Otra de las trampas más habituales es la de fotocopiar la tarjeta, y esto lo hacen “familiares y amigos que no tienen vergüenza”. El problema, en este caso, es que “la Policía Local no tiene herramientas, a pesar de que hacen una labor encomiable”, ya que “no pueden identificar a quién pertenece la tarjeta”. En ese sentido, añadió que “las últimas llevan una marca de agua, que son muy difíciles de copiar, pero hay algunas que datan de los años 80, que son un simple folio con un sello”.

Estas conductas son constitutivas de delito, y las cometen familiares y amigos que no tienen vergüenza

Ana Mengíbar, portavoz de "Queremos Movernos"

Por ello, desde la asociación Queremos Movernos, han propuesto al Gobierno de Canarias, “la creación de unas nuevas tarjetas con un código QR, que enlace a los datos de la persona, con lo que se podría acabar con el problema”.