EDUCACIÓN
Canarias, sin clase por el calor: "Abrías la ventana y entraba fuego"
Profesores y maestros de las islas denuncian las malas condiciones en las aulas con altas temperaturas y exigen soluciones
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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El Gobierno de Canarias tomó esta semana una decisión inédita: la suspensión de las clases en todos los niveles educativos (salvo el universitario) este miércoles y viernes por las altas temperaturas, una medida que implica que los alumnos no volverán a las aulas hasta el lunes 16 de octubre, ya que el jueves es festivo nacional por el Día de la Hispanidad.
En el caso de San Sebastián de La Gomera, los escolares estarán una semana entera sin clase, al haber disfrutado de dos días festivos por la Bajada de la Virgen de Guadalupe (el lunes fue fiesta en toda La Gomera y el martes en la capital).
Diferentes docentes han manifestado en Herrera en COPE Canarias su conformidad con la decisión de la Consejería de Educación, pero piden al departamento que tome las medidas necesarias para evitar que se repitan problemas de salud por altas temperaturas. Muchos centros no disponen de aire acondicionado; en varios de ellos, aunque tengan, no funcionan; y otros ni siquiera cuentan con ventilador.
"Las temperaturas han sido altísimas y espantosas, con condiciones malísimas en el centro. Tenemos alumnado de tres años y también con necesidades específicas de apoyo educativo, por lo que las dificultades se multiplican", señala el director del CEIP Ayatimas, en Valle de Guerra (Tenerife). José Juan Cruz lamenta que no cuenten con espacios de sombra: "Hacer un recreo con estas temperaturas se nos hace cuesta arriba. Tuvimos niños con golpes de calor o que iban mareados a clase".
Laura Rodríguez es profesora del IES Parque La Reina, en Arona. El centro es nuevo, pero no tienen en funcionamiento el aire acondicionado. Paradójicamente, estaban "en mejores condiciones" en los antiguos barracones de Guaza porque ahí sí contaban con aire. "Ayer el termómetro marcaba 40 grados, tenemos 30 alumnos por aula, no corre aire y es muy complicado dar clase así. Los chicos estaban pidiendo constantemente ir al baño, incluso para beber agua del grifo; yo les decía que no se podía beber esa agua, pero me respondían que les daba igual por el calor que hacía", señala. Para Laura," sin ventiladores ni aire acondicionado, los chicos no se concentran, es imposible dar clase".
La directora del CEIP Lajares de Fuerteventura, Loida González, destaca que "a las temperaturas altas se añade el aire caliente; al abrir las ventanas para ventilar, la sensación es que entraba fuego". A ello se le suma los problemas puntuales de cortes de agua.
En la otra isla oriental, la situación es similar. "Ha sido horrible con la calima y temperaturas de 38 grados", dice Belén Machín, maestra del CEIP Costa Teguise, en Lanzarote. "La mayoría de nuestras aulas están en barracones, el aire acondicionado no funciona, tenemos muchos niños con problemas de asma... Además, la empresa que cobra 1.200 euros mensuales por mantener las aulas no lo hace como debería", denuncia.
En mejor situación está el CEIP Puntagorda, en la isla de La Palma. Su directora, Rita Pérez, cree que "no ha sido tan grave en comparación con otras islas, porque hemos trabajado la renaturalización y contamos con zonas de sombra y huertos para dar clases en el exterior, entendemos que ahí está la clave". En todo caso, los niños han tenido que salir al patio con gorra "por norma".
Educación trabaja en un protocolo para casos de altas temperaturas
El viceconsejero de Educación, José Manuel Cabrera, ha explicado en Herrera en COPE Canarias que ya están trabajando junto a la Dirección General de Seguridad y Emergencias en un protocolo "como existe en otras comunidades autónomas" para saber cómo actuar en casos de avisos por altas temperaturas. A ello se une el "trabajo grande para mejorar las instalaciones y hacer los centros más confortables".
La suspensión de las clases ha sido "una decisión que no hemos querido tomar, pero no pensábamos que íbamos a tener que llegar a esta situación". "Hemos visto que la escuela perdía su función primordial de formación", apunta, añadiendo que "no se ha valorado para nada que hubiera un día de fiesta" el jueves para decidir la suspensión de las clases.