inmigración
Los expertos en flujos migratorios advierten: “Cada vez vienen más niños de corta edad y mujeres en los cayucos”
La tragedia de ayer en El Hierro confirma una tendencia de aumento en la llegada de menores a Canarias, muchos de ellos, solos

Entrevista Juan Carlos Lorenzo
Tenerife - Publicado el
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La isla de El Hierro amanece en este jueves todavía consternada por la tragedia de ayer. La imagen del cayuco varado en el puerto de La Restinga, y los malos olores que todavía desprende, son la mejor metáfora del horror que viven miles de migrantes que llegan a la más pequeña de las islas Canarias. Una isla, que apenas supera los 11.000 habitantes, y que el año pasado recibió más del doble de personas migrantes, que buscaban un futuro mejor en Europa, entrando por esa pequeña puerta que se sitúa en la denominada isla del meridiano.
Las cifras oficiales hablan por sí solas. 152 personas llegaban en el cayuco tras 10 días de infernal navegación, con un balance de 7 mujeres fallecidas, entre ellas 3 menores. Todavía se busca a otro bebé que cayó al mar, y otros dos menores, una niña de 5 años, y un niño de 3, permanecen ingresados en estado grave en el Hospital La Candelaria, en Tenerife, al que fueron evacuados.
Historias con nombre propio
Pero detrás de las siempre frías cifras, hay personas, e historias con nombres y apellidos, protagonistas que se han jugado la vida. Personas que tras 10 días de travesía, sin haber podido comer en condiciones, se encuentran en una situación de debilidad. Personas, que en muchos casos no saben nadar, y que en un momento crítico -y maldito- como el del vuelco a tan solo 3 metros de la salvación, no estaban en condiciones de reaccionar. Son varios los expertos que han explicado en COPE Canarias como se formó una burbuja letal tras el vuelco, que no dio opciones de reacción a unas personas que van cubiertas con varias capas de ropa, que al mojarse aumentan su peso de forma considerable.
Pero una de las cuestiones que más ha llamado la atención en las últimas horas, es el alto número de niños y niñas, y también mujeres que viajaban en el cayuco, cuando la norma general suelen ser hombres jóvenes. ¿Puede haber un cambio de tendencia en ese sentido? Parece que sí. Por lo menos así lo ha manifestado hoy en Herrera en COPE Tenerife el coordinador territorial en Canarias de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Juan Carlos Lorenzo, que afirma “que cada vez más, estamos viendo más menores, y en los últimos dos años la presencia de las mujeres es más patente”
Cada vez más, estamos viendo más menores, y en los últimos dos años la presencia de las mujeres es más patente”
Coordinador de CEAR en Canarias
Mujeres y niños en situación de especial vulnerabilidad
Este cambio en el perfil de migrantes que llegan a Canarias tiene unas consecuencias muy claras, ya que “cuando hablamos de mujeres y de niños, hablamos de personas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad”, y por tanto, “tienen unas necesidades especiales en cuanto a sus condiciones de acogida y a sus derechos”
Tal y como explica Lorenzo, “obviamente los niños precisan de un proceso de inclusión, fundamentalmente en el sistema educativo, mucho más profundo y mucho más intenso que cuando hablamos de personas adultas”.
Pero otra de las cuestiones a analizar, es si los flujos migratorios van a seguir moviéndose al mismo ritmo, que en los dos últimos años, en los que se han batido todos los récords. El representante de CEAR ha recordado que día de hoy, según los datos del Ministerio del Interior, “han llegado a Canarias 10.800 personas en lo que va de año, lo que supone unas 5.000 menos que el año pasado”. Lorenzo mantiene que este decrecimiento “no es porque hayan mejorado las condiciones de vida de estas personas”, porque la realidad “es que las migraciones tienen cierto componente estacional, que dependen sobre todo de las mejores condiciones del mar”. Así las cosas, lo esperable es que “en época de verano, lo normal es que se intensifiquen las llegadas, por lo menos históricamente así sucede”.

Cayuco varado en El Hierro
La conclusión desde CEAR, en cualquier caso, es que “no podemos dejarnos llevar por la indiferencia y hay que revelarse”, porque “no nos podemos conformar y hay que buscar vías legales y seguras que eviten estas muertes en el mar”.