Indignación por la muerte de una perra embarazada con una flecha en Los Silos

Estupor e indignación en la isla de Tenerife, por la muerte de una perra preñada con 10 cachorritos, tras ser atravesada por una flecha. Los datos los ha confirmado la concejala de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Los Silos María Ramos, que explicaba lo sucedido, “bajo la indignación y el rechazo de este tipo de acciones crueles frente a los animales”.

Según ha relatado la concejala en Herrera en COPE Tenerife, todo comenzó con una llamada al 112 que alertaba de dos perros sueltos en una finca, con lo que la Policía Local acudió al lugar. Una vez allí, y junto con una vecina, encontraron a la perra, “mientras que el otro perro huyó, por lo que le estamos buscando porque puede estar herido y con necesidades de atención”

La perra fue trasladada a una clínica veterinaria de Los Realejos y hubo que practicarle una cesárea de urgencia, con la que se logró salvar la vida de 7 de los 10 cachorros.

Pero, ¿cuál es la motivación que puede llevar a una persona a cometer este delito? La concejala apunta a que “suponemos que los perros invadieron la finca de este señor, son perros grandes y estaban sueltos y podrían ser peligrosos” aunque afirmó no tener más datos al respecto.

En cualquier caso, confesó sentir “una sacudida tremenda por la repetición de las imágenes en las redes sociales”, y manifestó su firme compromiso para erradicar este tipo de conductas.

¿Irá el responsable a la cárcel?

En cuanto a las consecuencias penales que puede traer consigo esta acción, el abogado de la asociación Animalia Juan Hernández Santana, ha confirmado en Herrera en COPE Tenerife que la conducta, puede ser constitutiva de un presunto delito de maltrato a los animales con resultado de muerte, que con la entrada en vigor de la Ley de Protección Animal “puede suponer un máximo de tres años de cárcel”.

“El problema”, apunta el abogado, “es que el texto pone 'prisión o multa' con lo cual el acusado se puede acoger simplemente al pago de una multa”. Hernández Santana es concluyente al afirmar que “el legislador se ha quedado muy corto”, ya que “con esta norma, muy pocas personas van a entrar en la cárcel por matar un animal”. En cualquier caso, si es declarado culpable, “tendrá que resarcir todos los daños causados, y eso incluye pagar las intervenciones quirúrgicas”.

Por último, y en cuanto al arma utilizada, el abogado recordó que “para tener una ballesta hay que tener permiso y conllevaría, por tanto, una sanción administrativa”.