EDUCACIÓN
Un profesor de la Universidad de La Laguna denuncia "una precariedad criminal": esto es lo que cobraba por trabajar 35 horas semanales
Sergio, profesor de Ingeniería Informática, renuncia a su puesto de docente porque “no te da para pagar el alquiler y la cesta de la compra"
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Canarias es una de las comunidades autónomas de España con los salarios más bajos, una situación que muchos ciudadanos de las islas vienen denunciando desde hace tiempo. Y en esa clasificación, ha tenido un especial protagonismo uno de los sectores económicos clave en el archipiélago, el turístico, al que habitualmente se pone en la diana, por unos salarios, que serían susceptibles de ser “mejorables”.
Pero lo que era más difícil de intuir es el caso de los profesores universitarios. Conocidos, eso sí, son los problemas de financiación que vienen denunciando de forma reiterada los rectores de las dos universidades canarias, que recientemente se han reunido para exigir un aumento en la aportación que reciben por parte del Gobierno de Canarias. De hecho, el rector lagunero, Francisco García, en su discurso de apertura del curso académico, aseveró que precisan un incremento presupuestario de “alrededor de 13 millones de euros para cubrir costes estructurales y ofrecer un servicio público de educación superior con garantías”.
800 euros por 35 horas a la semana
Y entre esos costes estructurales, están, naturalmente, los salarios del personal académico de la Universidad, un colectivo que, al parecer, está sufriendo en primera persona las consecuencias de la falta de financiación. Eso es por lo menos lo que se deduce del caso de Sergio Díaz, doctor en Ingeniería Informática que ha renunciado a su plaza de profesor universitario ante el bajo salario que recibe.
Tal y como ha explicado hoy en Herrera en COPE Tenerife, Sergio ha estado 4 años con un contrato de sustitución, “trabajando unas 35 horas semanales, lo que viene a equivaler casi al 90% de un contrato a tiempo completo”. Por ese trabajo, ha recibido una contraprestación económica de “entre 700 y 800 euros mensuales”, con lo que apenas llega al salario mínimo interprofesional.
"precariedad criminal"
Nuestro protagonista afirma sin tapujos, que esto produce “una precariedad criminal”, ya que tienes que estar “4 años como mínimo trabajando en esta situación", hasta que te permiten acceder al siguiente escalón, “que es el de ayudante del doctor y a partir de ahí, ir accediendo a un puesto de profesor titular”.
Con este escenario, confiesa que “te puedes imaginar que con el alquiler por las nubes y la cesta de la compra como está, es imposible aguantar con este salario”, ya que “tenía que compaginarlo con una empresa privada, con lo cual con dos trabajos, mi vida se basaba prácticamente en trabajar”.
Sergio lamenta en definitiva que, “esta es una profesión malpagada, y yo lo denuncio porque me gusta la docencia y porque quería aportar mi granito de arena a la sociedad, pero obviamente lo he dejado porque en mi sector, el tecnológico los sueldos son mucho más altos”. Así las cosas, confiesa que “no me extraña que en este sector falten docentes”.