Tenerife se cierra para Navidad y adelanta el toque de queda a las 10 de la noche

El Gobierno de Canarias ha tomado este miércoles las medidas más duras hasta la fecha tras el final de la desescalada en junio. Los altos índices de contagios por coronavirus han obligado al Ejecutivo autonómico a decretar una serie de restricciones en Tenerife, que entrarán en vigor el sábado y tendrán una duración inicial de dos semanas.

Así, a partir de este 19 de diciembre, la isla quedará cerrada perimetralmente, solo pudiendo entrar y salir de ella para tareas esenciales. Además, se recomienda a la población no salir de su municipio de residencia y reducir la movilidad lo menos posible.

El toque de queda se adelanta una hora y queda establecido entre las 22:00 y las 6:00 horas.

Hay también una importante reducción de aforos. Los locales de restauración no podrán servir en el interior, quedando las terrazas con un 50 % y solo se podrán sentar convivientes. Los centros comerciales se quedan al 33 % de su capacidad por cada planta, y el transporte público se reduce a la mitad de su aforo.

Se prohíbe la salida de los mayores de las residencias, así como las visitas, salvo casos graves. Lo mismo ocurre con los hospitales, con la excepción de enfermos graves, embarazadas y niños.

Otro dato importante es que las cenas y almuerzos del 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero solo podrán ser con un máximo de seis personas y de dos grupos de convivencia.

Además, se suspende la actividad deportiva en interior, y la exterior se limita a la práctica individual.

Todo esto lo ha anunciado el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, tras la reunión del Consejo de Gobierno de este miércoles. La cita comenzó a las 14:30 h en la sede de Presidencia de Santa Cruz de Tenerife, pero la comparencia no comenzó, como estaba previsto, a las 17:00 h, sino más de una hora después.

"Nos encontramos ante las dos semanas con mayor movilidad interna de todo el año y de una importante preocupación", ha dicho Torres en referencia a Navidad para justificar estas medidas, apelando a la población a "no hacer trampas" y pidiendo "un último esfuerzo", no solo a los tinerfeños, sino a todos los canarios.